Analizamos Assassin's Creed: Valhalla, nuevo título de esta saga que nos llevará a vivir una genial historia de vikingos en Xbox One y Xbox Series.
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Aunque hoy es el día de Valhalla, el primer Assassin’s Creed fue lanzado hace ya 13 años, y se convirtió casi de inmediato en todo un éxito. Tanto su historia como su apartado técnico y jugable ofrecían una experiencia de lo más original, pero lo cierto es que la repetitividad de sus mecánicas no acabó de convencer del todo. Sin embargo, las siguientes entregas cogieron esta fórmula y fueron potenciándola de una manera notable y que añadía a cada juego novedades suficientes como para darnos motivos para seguir jugando a esta franquicia. Es en esto precisamente donde la saga se equivocó provocando un gran éxodo de jugadores que decidió dejar a un lado la saga Assassin’s.
No me malinterpretéis, esta política de ir puliendo y mejorando entrega a entrega una saga es la forma correcta de trabajar en los videojuegos. El verdadero problema fue que en el período que va desde 2007 a 2015 recibimos nada más y nada menos que 9 entregas numeradas. Sin dudar de la calidad de la mayoría de ellas es normal que los jugadores se cansaran de repetir casi lo mismo una y otra vez en épocas diferentes. Por supuesto de los errores se aprende, y Ubisoft sabiamente se tomo un parón de dos años para darle un giro importante a la saga, lanzando en 2017 Origins y en 2018 Odyssey.
Ahora, dos años después de su última entrega nos llega este nuevo Valhalla, título que llega a Xbox One y también a Xbox Series, siendo uno de los títulos estrella de su catálogo de lanzamiento. Poniéndonos un poco en contexto histórico en esta ocasión viajaremos al siglo IX y recorreremos una Inglaterra dividida y llena de conflictos. Encarnaremos a Eivor, un vikingo con un pasado trágico y que huirá de su tierra natal en busca de un nuevo hogar. Como hemos dicho anteriormente, Valhalla coge la buena fórmula empleada para Odyssey y la mejora en prácticamente cada aspecto, ofreciéndonos un título con varios aspectos sobresalientes a la altura de los más grandes. ¿Será este Valhalla el título ideal para estrenar nuestras nuevas Xbox Series? Vamos a verlo.
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Apartado técnico
Antes de empezar a detallar que tal funciona el apartado técnico de este Valhalla me gustaría dejar claro que hemos realizado este análisis en una Xbox One, y aunque como ya hemos dicho el título contará con una versión propia para Xbox Series, esta no llegará hasta el mismo día de lanzamiento (eso sí, totalmente gratis gracias a Smart Delivery). He querido dejar claro esto antes de nada porque en las imágenes que acompañan a este análisis ya lucen espectaculares, y teniendo en cuenta que se trata de la versión de One es de alabar el gran trabajo que ha realizado Ubisoft con el aspecto gráfico del juego. En términos de calidad y detalle de los paisajes nos recordará en muchas ocasiones a uno de los mejores juegos de la generación que termina: The Witcher 3.
El mapeado del juego lo tendremos dividido en 5 zonas distintas y que en conjunto forman el Assassin’s Creed más grande hasta la fecha. Pese a que lo que más hemos podido ver en imágenes y vídeos es Inglaterra (y de manera lógica puesto que se trata de la zona más grande) he de reconocer que como Ubisoft ha recreado Noruega me ha llegado al corazón. Nos encontraremos con un paisaje nevado con todo lujo de detalles, montañas totalmente escalables de punta a punta prácticamente y pequeños asentamientos a lo largo y ancho de los ríos. Hablando de masas de agua en este Valhalla nos podremos mover con nuestra embarcación (llamada Drakkar) por todos lados, pero se agradece que en esta ocasión no tengamos que recorrer tanta distancia por agua como ocurría en Odyssey. A la hora de explorar agradeceremos nuevamente la presencia de nuestro compañero alado, que en esta ocasión se trata de un cuervo y que nos ayudará a observar todo lo que nos rodea de una forma cómoda y rápida.
Ubisoft es muy concienzuda a la hora de desarrollar un título de esta saga, y el trabajo que ha realizado documentándose para la ocasión salta a la vista desde el primer momento. Tanto en los asentamientos vikingos como en las fortificaciones y ciudades inglesas veremos como una vez más tendremos un título ambientado de manera sensacional. Los interiores de los edificios también tienen un buen nivel de detalle, aunque sin embargo no llegan al nivel del resto del conjunto (algo lógico puesto que este es altísimo). Otro de los detalles que también me ha encantado es que podremos visitar dos lugares típicos de la mitología nórdica (a través de visiones): Asgard y Jotunheim. No quiero entrar en detalles porque prefiero que seáis vosotros los que los descubráis, pero os van a encantar.
El nivel de detalle de los personajes es bastante alto, aunque en ese sentido he de decir que he podido ver varios altibajos. El aspecto de Eivor (ya sea en su versión masculina o femenina) está muy logrado y cuenta con unas animaciones faciales bien trabajadas. Al mismo nivel de Eivor encontraremos a un buen número de personajes como son Sigurd o Soma por ejemplo, pero también iremos conociendo a otros secundarios con un aspecto un poco más genérico y que choca un poco con el buen trabajo realizado. Otro punto negativo (quizás el que más de todo el juego) lo encontraremos en algunas animaciones a la hora de desplazarnos, escalar o combatir, ofreciendo un resultado que a la vista resulta demasiado ‘robótico’. Este problema está quizás mas asociado a un motor gráfico que necesita un cambio pero para nada empaña el gran nivel al que está el resto del juego.
El juego funciona en Xbox One X a 4K y 30 fps que se mantienen estables la mayoría del tiempo. Al igual que ocurre con DIRT 5 se nota que el juego está pidiendo a gritos dar el salto de generación, y es que cuando asistimos a combates donde hay muchos enemigos o a interiores muy cargados veremos como el framerate se resiente bastante. Esto no quiere decir que el juego no este bien optimizado para ser jugado en One, y es que esta versión es muy digna luciendo de maravilla sobre todo en espacios abiertos o abordo del Drakkar. Es tal la buena optimización del título en One que los tiempos de carga son menores que en Odyssey, donde eran bastante extensos. En lo que respecta al apartado sonoro y como viene siendo habitual en la saga encontraremos melodías que casan a la perfección con el ambiente ‘vikingo’ al que asistiremos durante todo el juego (incluso en su vertiente divina). El juego llega totalmente traducido al español, y además cuenta con un doblaje a nuestro idioma.
Jugabilidad
Como ya he mencionado anteriormente, Valhalla sigue la línea marcada que la saga Assassin’s Creed ha establecido en Origins y Odyssey, ofreciéndonos una experiencia más RPG que los títulos originales. Antes de hablaros a fondo de la jugabilidad voy a ser muy claro: si os gustaron los anteriores aquí directamente vais a disfrutar como niños pequeños. Las posibilidades jugables de este Valhalla son increíbles, y ofrece al jugador más opciones que nunca para configurar la experiencia y la forma de jugar de cada uno. La primera prueba de ello la encontraremos antes de empezar nuestra aventura, y es que en esta ocasión tendremos 3 opciones para ajustar la dificultad de manera independiente. Estas son combate, sigilo y exploración, y si no estamos conformes con nuestra primera elección podremos cambiarla en cualquier momento desde el menú.
Este abanico de opciones no solo lo tendremos a la hora de tomar el control de Eivor, y es que nuestras elecciones o acciones también tendrán un peso en la narrativa muy importante. Por supuesto, no quiero entrar en destripes de la historia, pero durante la aventura se nos presentarán un buen número de situaciones en las que nuestras acciones (o incluso en el orden que decidamos hacerlas) afectarán al devenir de la historia, enemistándonos por ejemplo con algún personaje clave del juego. Por poneros un temprano ejemplo durante nuestras primeras horas de juego tendremos que buscar a un traidor, y para ello el juego nos da 3 opciones. Al contrario que ocurre en otros juegos la ayuda del juego acaba ahí, y es que dependerá de nosotros totalmente la investigación, hasta el punto de tener que buscar muy concienzudamente indicios que apunten a un culpable. Aviso: no elijas si no estás seguro.
Lucha como un vikingo…o como tu quieras
Uno de los pilares fundamentales de este Valhalla no puede ser otro que el combate. Como Ubisoft ha repetido hasta la saciedad en cada uno de los vídeos promocionales de los últimos meses, la premisa de este nuevo Assassin’s Creed es “luchar como un vikingo”, y en ese sentido es sobresaliente. Los vikingos eran un pueblo con unas dotes para el combate extraordinarias, y su manera de luchar era bruta y visceral, por lo que veremos una gran cantidad de ejecuciones distintas en el juego, todas sangrientas y muy espectaculares. El juego nos brinda la posibilidad de elegir nuestra manera de luchar gracias a un sistema de dos manos totalmente personalizable. Desde el primer momento podremos decantarnos por cualquier tipo de arma que tengamos disponible, y equipar en cada mano la que queramos. Es tan bueno el sistema que incluso podemos equiparnos si queremos dos escudos, y aun así seremos el terror de nuestros enemigos. Contaremos con dos botones para realizar ataques ligeros y más pesados, con la posibilidad de ejecutar parrys con el LB, así como con los tradicionales arcos para poder defendernos a distancia.
En Valhalla tendremos una interfaz diferente, donde encontraremos una barra de resistencia (por lo que no podremos atacar como locos) y una barra de salud que al contrario de las últimas entregas no se recuperará como el tiempo. Para recuperar nuestra vida tendremos que consumir un brebaje al más puro estilo Dark Souls, y será muy importante que las gestionemos bien, sobre todo en las peleas contra bosses. Si bien es cierto que estas novedades son las que más se ven a la hora de jugar, lo cierto es que la mayor de ellas la encontraremos en el sistema de progresión. En ese sentido, seremos testigos de otro cambio jugable bastante importante ya que nuestros enemigos no tendrán un nivel, por lo que no será necesario farmear experiencia. El árbol de atributos que veíamos en Odyssey ha dado paso a un complejo árbol de habilidades en forma de constelación de estrellas, y sinceramente me parece de lo mejor de este Valhalla. Dentro de este iremos obteniendo poder, y lo haremos a través de gastar puntos de habilidades. Tendremos a nuestra disposición una variedad enorme que va desde ganar daño de ataque ligero a aumentar la probabilidad de críticos, pasando por mejoras según el tipo de equipamiento que llevemos de los 3 que hay en el juego (oso, lobo y cuervo).
Además de estas mejoras de atributos tendremos una serie de habilidades pasivas que son el centro de cada constelación de habilidades. Estas también son muy dispares pero me parece que están muy bien implementadas ya que siempre podremos coger la que más nos convenga según nuestra forma de jugar. Por un lado, tendremos algunas más genéricas, como por ejemplo la de rodar cada vez que nos caigamos desde cierta altura, evitando así sufrir mucho daño. Junto a estas habrá otras específicas, más orientadas al sigilo (como poder encadenar asesinatos) u otras para mejorar nuestras habilidades de combate (como poder envenenar nuestra arma). Si esto ya de por sí nos parece genial aún nos quedan las Aptitudes, una serie de habilidades activas que tendremos que descubrir a base de explorar y que consumirán Vigor, el cual recuperaremos a base de esquivar y golpear enemigos. Dejaré que estas las vayáis descubriendo vosotros, pero hay algunas que son sencillamente espectaculares.
Ya sea principal o secundario, Valhalla nos ofrece decenas de cosas para hacer
Tras unas primeras horas de introducción, el eje de nuestra historia la encontraremos en el asentamiento. En un primer momento no tendremos nada más que un campamento ruinoso, pero a medida que vayamos invirtiendo suministros y materias primas (las dos ‘monedas’ para el asentamiento) podremos ir mejorando el nivel y de esa manera desbloquear la posibilidad de construir más edificios. Por poner dos ejemplos, tendremos el puesto comercial, que nos permitirá vender en nuestro asentamiento todas las baratijas que vayamos saqueando y comprar algunos suministros, o los Barracones, que nos darán acceso al menú de personalización de nuestro lugarteniente y demás miembros de nuestra tripulación. Este recibe el nombre de Jomsviking, y nos permitirá personalizarlo al completo como si fuera Eivor o incluso poder reclutar los de nuestros amigos.
Para mejorar el asentamiento serán clave los saqueos, espectaculares asedios donde atacaremos distintos tipo de asentamientos o monasterios para saquear y matar a cualquier enemigo que se nos ponga por delante, y por supuesto no podemos obviar los espectaculares asedios que ya habréis visto en algún tráiler (ariete en mano). En el asentamiento debemos destacar dos puntos claves que son los que llevarán gran parte del peso narrativo (tanto principal como secundario). Por un lado tendremos el mapa de alianzas, que será donde elijamos que arco narrativo vamos a seguir. El juego nos ofrece libertad para realizar los que tengamos disponibles en el orden que queramos, y como ya os hemos dicho anteriormente este orden puede tener consecuencias en vuestra aventura. El otro elemento clave del asentamiento será el Cuartel de lo Ocultos, y es que construir este edificio nos abrirá las misiones de la hermandad. Como sucedía en Odyssey tendremos un árbol donde estarán todos los miembros de la Orden de los Antiguos, y en nuestra mano estará el averiguar su identidad y darles caza.
Para ello vuelve una de las mecánicas más tradicionales de la saga y que se había perdido en Odyssey: la hoja oculta. En esta ocasión no estará oculta como tal, y es que Eivor la llevara en la parte posterior del antebrazo (ya sabéis, los vikingos son muy brutos). Junto con esta también están de vuelta otras mecánicas de sigilo que harán saltar una lagrimita a los amantes de los primeros Assassin’s, como son utilizar la capucha para dificultar la detección de los enemigos, el camuflarse con un grupo de monjes, utilizar a borrachos como distracción o el sentarse en un banco para pasar totalmente desapercibido. Debo decir que me ha encantado la experiencia que propone este Valhalla a la hora de contraponer la violencia directa que veremos durante nuestros asedios frente al sigilo de afrontar desde las sombras todo tipo de situaciones.
Por último no nos podemos olvidar de la gran cantidad de contenido secundario que ha introducido Ubisoft en Valhalla, y es que podremos perdernos entre sus actividades durante horas sin darnos cuenta. Las tradicionales misiones secundarias han sido sustituidas por Eventos, similares a los que podemos ver en Red Read Redeption 2 por ejemplo. Hay algunos que me han parecido un poco aburridos, pero otros son bastante originales y que incluso nos llevarán a tomar alguna decisión para acabarlos de una manera u otra. Además, tendremos una serie de minijuegos muy divertidos, como el juego de dados llamado Orlog, un concurso de beber y la ‘Batalla de Gallos’ vikinga (llamada Flyting). Esta ultima es muy interesante puesto que completar las diferentes batallas nos irá dando puntos de carisma, que nos abrirán algunas opciones de dialogo exclusivas. Por supuesto esto no es todo, y es que habrá muchas más actividades como unas relacionadas con setas alucinógenas, anomalías del Ánimus y un largo etc.
Duración
Llegados a este punto y como os podréis imaginar Assassin’s Creed: Valhalla no es precisamente un juego corto. Aunque se nos brinda la posibilidad de avanzar en la historia sin detenernos “a mirar el paisaje”, no es nada recomendable, y es que cada zona a la que tendremos acceso tendrá un nivel de poder recomendado para acceder y no morir a los 10 segundos. Ahora bien, si comparamos la duración de este juego con la de Odyssey comprobaremos que es un juego más corto en términos generales. Aunque pueda parecer contradictorio (los jugadores siempre queremos más) esto es una buena noticia, ya que Odyssey estaba alargado de manera artificial al obligarnos a farmear experiencia a través de elementos secundarios para poder avanzar en su historia.
Otro elemento muy a tener en cuenta para hablar de la duración de Valhalla será la fantástica posibilidad de configurar al milímetro la experiencia jugable que os hemos comentado anteriormente. Si decidimos jugar una aventura con las dificultades normales de los 3 aspectos, y nos dejamos la mayoría de eventos secundarios por el camino, completar la historia de este Valhalla nos llevará en torno a las 25–30 horas de juego, cifra muy similar a Origins. Eso sí, Ubisoft ha desarrollado este juego muy en la línea de todos sus juegos, y si hacemos esto nos dejaremos literalmente toneladas de cosas por hacer. Si jugamos la aventura como auténticos vikingos y decidimos explorar todo lo que nos ofrece el juego no nos costará doblar esas horas de juego nada en absoluto.
Conclusión
La saga Assassin’s Creed es para mi personalmente una de las más queridas dentro de los videojuegos. La propuesta original de llevarnos cada entrega a una época diferente con otros personajes (aunque algunos repitan) me parece genial, y el trabajo realizado por Ubisoft a la hora de localizar cada entrega está a un nivel que pocas compañías pueden igualar. Sin embargo, tengo que reconocer que Unity y especialmente Syndicate llegaron a cansarme pese a tener buenas ideas. El (necesario) giro de 180º que la saga tomó para colocarnos en un mundo abierto con mecánicas más RPG fue uno de los mayores aciertos de la compañía en los últimos años, hasta el punto de colocar indudablemente Origins como uno de los mejores juegos de la saga.
Se suele decir que cuando algo funciona bien es mejor no tocarlo, pero el estudio no quiere repetir errores del pasado. En esta ocasión el título coge todo lo bueno de las dos entregas anteriores y lo potencia o mejora en aquellos aspectos que se han llevado más críticas. Assassin’s Creed Valhalla llega como el máximo exponente de esta nueva fórmula jugable, y lo hace con argumentos suficientes como para ser firme candidato a GOTY de 2020. Su mundo abierto es de los mejores que he visto en un videojuego, estando a la altura de otros con los que hemos disfrutado cientos de horas como The Witcher 3 o Red Dead Redemption 2. Por supuesto un escenario bonito no lo es todo, y es que en este tendremos contenido de sobra para pasar varias semanas en la piel de un vikingo.
El sistema de combate es muy divertido, y sentiremos la brutalidad de cada hachazo o de cada ejecución en todos los combates. La vuelta de algunas mecánicas de sigilo nos retrae a los Assassin’s originales, algo que los fans más clásicos de la saga llevaban demandando mucho tiempo. Por supuesto, no es un juego perfecto ni mucho menos, y como hemos dicho cuenta con algunos problemas de rendimiento y gráficos en Xbox One, al igual que con unas animaciones que no funcionan del todo bien en ciertas circunstancias. Estos pequeños problemas no empañan en absoluto el gran trabajo que hay detrás de Valhalla, y no me queda otra cosa que decir que estamos ante uno de los mejores juegos del año, y posiblemente la mejor opción para estrenar Xbox Series X|S.
*Gracias a Ubisoft por habernos proporcionado el material para la review.