Analizamos el perfil de otro segmento de jugador que hace uso de Xbox Game Pass, aquel que acaba pagando por contenidos adicionales.
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El servicio más potente de Microsoft en la actualidad, Xbox Game Pass, está viviendo ahora sus mejores momentos. La crítica y los usuarios coinciden en que es una apuesta segura por parte del jugador, y realmente echando cuentas para un segmento de estos, acaba siendo más que rentable.
Hemos leído a desarrolladores abogar por él, y también a publishers que inicialmente rehusaban de probarlo. El caso es que todavía hay gente que se cuestiona la viabilidad del proyecto de los de Redmond.
Un ejemplo real de usuario en Xbox Game Pass
Asumiendo que hay, y habrá siempre varios perfiles que hagan uso de Xbox Game Pass, hoy quiero ponerme a mí mismo como ejemplo. Habrá quien piense que es algo sesgado, pero la intención no es ni de lejos intentar argumentar nada contra la rentabilidad, sencillamente es cotejar un perfil más que seguro que se suele escapar cuando se piensa en como recauda Microsoft el dinero por suscripciones.
Cuando pensamos en Xbox Game Pass, tendemos a pensar en el error de creer que la recaudación base, es decir, la que proviene del importe de la mensualidad o anualidad, es la que prevalece. Esto es erróneo dado que lo fácil es pensar en todas aquellas personas que se acogen a la promoción de 1 euro, que será finita en algún momento por cierto. Y claro, la fórmula (NUMERO DE USUARIOS * 1 EURO) se concluye en pérdida, pero siempre se obvian los ingresos indirectos, que realmente son el grueso de la facturación.
Hay que pensar en Xbox Game Pass como si fuera un modelo de negocio similar al free to play, en donde el juego no gana dinero por la compra de este, si no por los añadidos. Existe una enorme base de usuarios (la mayoría) que no sueltan ni un euro por el juego, pero esa parte que si paga por el acaba dinamitando las ganancias ya que sube el ARPA (Ingreso Medio Por Cliente).
De 340 euros anuales a 478 gracias a Xbox Game Pass
Es fácil ver lo que inviertes en juegos si tiras de alguna app de banco. Mi consumo promedio en videojuegos hasta 2017 era de unos 340 euros, teniendo en cuenta que generalmente compro en la tienda española. Aquí hay que sumar el gasto en juegos y suscripciones donde hasta la entrada de Xbox Game Pass solo pagaba suscripción a Xbox Live Gold.
Es a partir de 2018 que mi gasto aumenta. La mayoría de compras son contenidos descargables o juegos que salieron del servicio, y hay que sumar las dos suscripciones, Game Pass y Xbox Live Gold. Honestamente, algunos juegos jamás los hubiera comprado o pagado por ellos sin haberlos probado antes. Mi compra más reciente, el Seasson Pass de Sniper Elite 4 (41 euros); a esto habrá que sumarle en el futuro el precio del juego, que acabaré comprando si sale mientras sigo apostando por su modo en línea.
Insisto, no es un texto para argumentar si es viable o no el servicio, ahí Microsoft ya manejará sus cuentas y si están invirtiendo tanto dinero, será porque ven retorno de la inversión. Como jugadores no nos corresponde valorar si Microsoft pierde o gana con esto, si no pensar más bien en qué salimos ganando, y por ahora es mucho.