Conociendo a los estudios first party de Microsoft, hoy Press Play
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Uno de los valores añadidos que nos gustaría transmitiros son sin duda los estudios Microsoft. A día de hoy son unos grandes desconocidos por lo que haremos un tour extenso sobre cada uno de ellos; desde el más básico hasta los más consagrados. Anécdotas, curiosidades e incluso información futura pasarán por nuestros artículos para que estar al día de todo. Hoy le toca el turno a Press Play, creadores de encantador Max The Curse Of Brotherhood.
Press play tiene en su haber juegos para distintas plataformas como el popular Tentacles: Enter the dolphin para iPad. Son especialmente conocidos como un estudio que apuesta por nuevas maneras de jugar innovando con mecánicas diferentes y potenciando las ya existentes.Ya realizamos un completo análisis sobre su último juego Max: The Curse Of Brotherhood en el que nos dejaron claro que hay formas hermosas de matar el tiempo mientras pensamos tras los mandos de una consola.
En 2012 el estudio fue adquirido por Microsoft para completar su flota de estudios first party y ofrecer a la comunidad juegos con aroma indie pero sin perder esencia de triple A. Fue la primera entrega, Max & The Magic Marker la que los catapultó a la fama; de hecho Max & The Curse Of Brotherhood es un reebot de este.
Actualmente sabemos que Press Play ya se encuentra trabajando en un nuevo juego para Xbox One, y si nos atenemos a su filosofía de crear nuevas IP podemos pensar que no será un refrito de cualquier otro juego. Esto es importante pues aún están cosechando los éxitos de su primer juego exclusivo par Xbox One.
Formado por un total de 20 programadores, el estudio ya hace un manejo excelente del motor Unity y lo pudimos ver en su último juego para Xbox One. Su filosofía es bastante simple ya que todo trabajo es delegado y nunca es controlado por una única persona; así aseguran que la calidad de sus juegos siempre tiene varias visiones. Todo ello combinado con horarios fijos e inamovibles (no echan horas de más nunca vaya) y sumado a unas rigurosas 6 semanas de vacaciones.
Con sede en Copenhague el estudio siempre ha estado muy influenciado por autores infantiles que dirigen sus libros a públicos familiares. Un buen ejemplo Astrid Lindgren, un escritor sueco y su libro “The brothers lionhead” escrito en 1973; efectivamente de ahí nació la trama de Max TCB.