Tras el Inside Xbox de ayer durante la Gamescom, la opinión en las redes sociales es casi unánime: la conducción del programa no termina de gustar.
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Primer día de la Gamescom 2018, las 16:30h de la tarde. Con la siesta interrumpida y cafelito en mano, los fans de Xbox y heavy users de la marca Microsoft se disponían a ver el Inside Xbox especial retransmitido a través del canal oficial en Mixer. Duración estimada: 2 horas. La presentación corría principal y nuevamente a cargo de los gastadísimos Larry Hryb y Graeme Boyd, más conocidos por todos como Major Nelson y Acey Bongos respectivamente.
Más allá de los interesantísimos contenidos que pudimos ver, con un montón de información, avances e imágenes de lo que está por llegar a Xbox One, la realidad es que el formato, con un chip tal vez demasiado americano para los gustos del viejo continente, no termina de gustar ni de encajar entre la masa social de la marca. La sensación de “otra vez lo mismo” se pudo palpar en un porcentaje muy alto de los comentarios en la red una vez finalizado el programa, que por si no pudísteis ver, os dejo bajo estas líneas.
https://youtu.be/i1GwpqBiB7Q
Durante los primeros compases y con los dos enérgicos presentadores casi desatados en escena, empezaron a sucederse de forma claramente guionizada las nuevas informaciones, fechas de lanzamiento, novedades, trailers, y sí, también el anuncio de una nueva ración de mandos con los nuevos colores de Xbox Design Lab, y entre los que no figuraba el supuesto nuevo modelo. El resto del plantel que presenta Inside Xbox se fue desplegando, en muchas ocasiones para mostrar el colegueo que tienen entre sí y decir más bien nada nuevo, algo que no solo come minutos de la función, sino que también termina por aburrir al personal, como muchos espectadores expresaron en tiempo real en el chat adjunto de Mixer.
Más trailers, alguna entrevista poco audible y de nuevo, otra bajona: nuevos packs de Xbox One S y Xbox One X con Shadow of the Tomb Raider, Forza Horizon 4 o Battlefield V, algo que no es nuevo para los fans, que ya saben que Microsoft tiene los derechos de mercadotecnia de dichos títulos. Que sí, que están muy bien, que todos queremos tener los mejores productos en las tiendas para que la marca siga creciendo, pero aunque la Gamescom no sea un E3, los momentos “teletienda” no es lo que ayer queríamos ver, porque además hubieron ausencias de peso.
Ni rastro de Crackdown 3, un juego del que ya muchos no sabemos muy bien qué pensar, y que está como quien dice, a la vuelta de la esquina. Exactamente en la misma esquina (febrero de 2019) de Metro Exodus, cuyo amplio despliegue por parte de Deep Silver cuenta con una demo en 180 estaciones de juego que está siendo todo un éxito entre los transeúntes; o The Division 2, del que ya hemos podido conocer nuevos detalles de cómo será el título y su lanzamiento. Algún avance de los tres próximos juegos del universo Gears of War no hubiera venido mal. Y tampoco vimos en su amplitud el stand de Microsoft y a qué se puede jugar por allí… ya que prácticamente todo el protagonismo fue para los rostros del equipo que conduce el programa.
Estamos de acuerdo que la Gamescom no es un E3, y que el Inside Xbox es muchísima más dedicación de la que otras marcas prestan u ofrecen a sus usuarios. Agradecidos estamos. Pero Microsoft debería concienciarse más a fondo en que lo que los jugadores y los medios esperamos son más gameplays durante las charlas, para ofrecer un formato más conciso y directo, en lugar de tanta mesa redonda, falta de ritmo, o tantos minutos de hardware que puede ser mostrado con un trailer de un minuto.
De verdad, no hace falta hablar tanto (y muchísimo menos con un megáfono).