Desde Digital Foundry comparan las versiones de Xbox One y Xbox One X de Burnout Paradise Remastered con su versión original de PC.
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Como pudisteis ver en nuestro análisis de Burnout Paradise Remastered, este no se trata de un título más que llega a esta generación con pequeños cambios, si no de uno de los títulos de conducción arcade más espectaculares y adictivos de los últimos tiempos, hecho con la tremenda experiencia de una crecidísima Criterion Games al frente del desarrollo.
Burnout es sinónimo de velocidad, de destrucción y creador de mecánicas tan populares y copiadas a posteriori como los espectaculares “Take-downs”, que aún a día de hoy consiguen dejarnos con la boca abierta. Por esto mismo, Digital Foundry se ha permitido guardar algo de su tiempo para enseñarnos la tremenda versión que se han trabajado para esta generación y sobre todo para Xbox One X, donde contamos con 4K reales y 60 frames por segundo. Ideales para disfrutarlo al máximo.
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La comparativa con la antigua versión del todopoderoso PC (en Origin), demuestra que este remaster está más cuidado de lo que a priori pudiera parecer, con efectos de partículas, iluminación mejorada, sombras más definidas, texturas de más resolución e incluso un Ambient Occlusion mejorado, algo con lo que no contaban las versiones de 360 y PS3. Por supuesto, esta versión también incluye HDR adaptativo, que notaremos sobre todo al salir de los túneles.
En Xbox One S (y la estándar, por supuesto), no nos quedaremos atrás con unos maravillosos 1080p y 60fps rocosos, con los que podremos disfrutar también de todo el esplendor del título. Hay algunas pegas, como algunos bajones inexplicables de frames en Xbox One X o las escenas pre-renderizadas heredadas del original a 720p que empañan la acción directa, pero que nos dejan sentenciar, también técnicamente, el gran acierto de traer Burnout Paradise Remastered a esta generación.