Con la última actualización de PS4 Pro, esta también adquiere la capacidad de hacer supersampling. ¿Que diferencias hay con Xbox One X y su método nativo?
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Supersampling es una palabra que ha empezado a surgir en muchos de los textos más técnicos de la industria consolera debido a la llegada de Xbox One X y su soporte nativo para adaptarse a la resolución de cualquier tipo de pantalla conectada. Por darle una definición rápida, el supersampling es un método de escalado de imagen que a partir de una imagen de resolución superior, la reduce para encajarla en una inferior, con el resultado de obtener una imagen más clara y cristalina que la que se generaría nativamente con la resolución de nuestra pantalla.
Esto ocurre ahora aún más con la situación de las pantallas 4K y 1080p. La diferencia de resolución es de cuatro veces entre ambas y el rendimiento que puede dar cada máquina es bien distinto teniendo en cuenta la configuración gráfica final. Por resumir, un juego que va a 4K y 30fps, parece funcionar correctamente a 60fps con una resolución de 1080p. Con la llegada de PS4 Pro, el sistema usado por Sony era muy sencillo, pero poco funcional. Los usuarios con una televisión 4K eran los únicos beneficiados de la potencia del modelo Pro, mientras los propietarios de una TV 1080p, veían como su máquina frenaba su rendimiento para compatibilizarse con una PS4 estándar.
Con el paso de los meses, varios juegos empezaron a ofrecer soluciones para que los usuarios con menor resolución se beneficiaran automáticamente de la potencia de PS4 Pro, como mayores tasa de frames o más efectos gráficos, pero siempre aplicado de manera automática a la salida de televisión que tuviéramos. El cambio ha llegado con la última actualización de la consola, la 5.5, que permite el supersampling. Pero, ¿que diferencias hay con el soporte nativo de supersampling de Xbox One X?
Una de las mejores cualidades de Xbox One X es su increible mejora en pantallas 1080p. Por hardware, la consola no diferencia la resolución de distintas TVs, si no que siempre aplica su mejor versión. Si el juego va a 4K, en una TV 1080p, la imagen se verá tremendamente mejorada, como si se le hubiera aplicado un antialiasing brutal. Pero también tendrá todas las cualidades que tendría con una TV UltraHD, mismos fps, mismos efectos. Para esto, muchos de los juegos están empezando a incluir selectores que benefician resolución, gráficos o rendimiento.
Es el reciente caso de Monster Hunter World, que permite elegir entre varias opciones: Resolución, Gráficos, o rendimiento. Los usuarios de Xbox One X pueden disfrutar -a pesar de polémicas- de los 3 modos, independientemente de la pantalla, sin embargo, los usuarios de PS4 Pro no podían beneficiarse de la mejora 4K…hasta que ha llegado este parche. Con la actualización 5.5, al fin pueden beneficiarse de un supersampling que les da una imagen muy mejorada, como en Xbox One X. Y os confesamos que la diferencia, es muy importante.
Sin embargo, aún existen diferencias importantes que, con la ayuda de este nuevo artículo de Digital Foundry, hemos podido averiguar. No todo es de color de rosa para los usuarios de PS4 Pro. Según comentan, que la consola haya tenido esta limitación por salida de TV hasta ahora, ha provocado que muchos juegos se configuraran automáticamente dependiendo de lo que tuviéramos conectado. Con una TV 1080p. , la resolución baja y el rendimiento sube, para obtener alguna mejora apreciable, que no sea de imagen. Con una TV 4K, la resolución no baja y el rendimiento es el ajustado para esa configuración.
No es así con Xbox One X, que siempre da lo máximo permitido independientemente de la pantalla que usemos. Por ello, si jugamos por ejemplo a Halo 5: Guardians, en una TV 1080p veremos una imagen ultra-mejorada y todos los efectos sin restricciones. Ahora con PS4 Pro, su supersampling se activa como un interruptor. Es decir, no hay una sola configuración: o le hace creer a la consola que la TV es 4K para que lo aplique forzosamente o le dice que es una TV 1080p y se queda sin las mejoras.
El problema que surge es que en algunos juegos, hay ciertas partes que se pueden generar a una resolución distinta, como los menús o los HUDs de los juegos y como comenta Digital Foundry, algunos subtítulos o indicadores, podrían mostrarse más extraños de lo que deberían en el proceso de escalado, precisamente por forzar esta situación sin tener un soporte nativo para ello, como hace Xbox One X.
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La conclusión de todo esto es evidente: como muchos predecían, Xbox One X ha ayudado a PS4 Pro a mejorar la manera de lidiar con estos problemas, para beneficio de los usuarios. Las limitaciones de la misma siguen ahí y la manera de tratar a cualquier tipo de usuario si tienes una Xbox One X es mucho mejor, ya que no condicionas al estudio a fabricar un nuevo modo gráfico para los usuarios que dispongan de una TV distinta.
Esta actualización, supondrá que las versiones de PS4 Pro también tengan modos únicos que usen este “interruptor” automáticamente para equiparar a sus jugadores, aunque los usuarios de TV 1080p seguirán teniendo una mejora más sustancial con Xbox One X. En primer lugar por la evidente diferencia de potencia y segundo, por su capacidad nativa para ofrecer mejorar independientemente del juego o pantalla que usemos.