Analizamos SOMA, la propuesta de ciencia ficción terrorífica y distópica de Frictional Games, que llega a Xbox One tras su paso por otras plataformas.
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Bajo la apariencia de juego de terror de nueva hornada se nos presenta SOMA ,un juego en el que si bien deberemos correr y escondernos en más de una ocasión, está tan cerca de la aventura gráfica, como de propuestas tipo Outlast. En el juego encarnamos a Simon Jarrett, el superviviente de un accidente de tráfico que le ha dejado lesiones neuronales graves, que podrían producirle secuelas permanentes, y para las que está recibiendo un tratamiento experimental.
Después de un escaneado cerebral en una clínica de mala muerte, despertaremos en una estación submarina, la Pathos II, a medio camino entre la Rapture de Bioshock, y la estación Sevastopol de Alien Isolation. Ambos juegos son sin duda dos de las grandes inspiraciones de SOMA, concretamente de Bioshock 2 toma parte de su atmósfera y varios presupuestos argumentales que, sin embargo, se desarrollarán tomando otros derroteros. Como en la franquicia de la ciudad subacuática, un aliado nos guirá en nuestra misión, pero debido a circunstancias que no desvelaré, esta guía será intermitente haciendo que estemos la mayor parte del juego solos.
SOMA es una aventura adulta y amarga, que no abusa del susto fácil, ni el shock barato a pesar de la negrura de su argumento, y su tétrica ambientación. Según avanza el juego deberemos hacer más uso del sigilo y la huida, pero será siempre la resolución de puzzles, y complejas situaciones desde el punto de vista moral, el auténtico leit motiv del juego. Desde casi su inicio, SOMA es un juego que nos plantea conflictos morales de una forma bastante cruda, y sin apenas brújula que nos indique si estamos haciendo bien o mal, pero también sin hacer demasiado incapié en estos, al menos durante los primeros compases de la aventura.
A diferencia de otros juegos este título no oculta su linealidad, en él no encontraremos diferentes finales, o profundos cambios según decidamos optar por las vías rápidas y dolorosas, o los caminos largos y tediosos. Las consecuencias de nuestros actos quedarán en nuestra conciencia, y os aseguro que el poso amargo de SOMA en nuestra memoria, es algo que perdurará durante días.
Apartado Técnico
Estamos ante un juego correcto y solvente en lo técnico. Probablemente algunas caídas de fps puntuales, y relentizaciones en salvados automáticos del juego se deben únicamente a que la versión para Xbox One está aún un poco verde. Es cierto que el aspecto del juego es algo vetusto, se nota que no estamos ante un título de gran presupuesto, y los problemas de banding en entornos oscuros son norma. Cierto es también que las texturas a veces están por debajo de lo esperable en esta generación, y que la paleta de colores del título es un tanto triste y monónota. Dicho esto la ambientación es tremendamente efectiva sin ser brillante, entiéndase brillante algo próximo al ya mencionado Alien Isolation.
La dirección de arte del juego logra ser original, a pesar de resultar también familiar para cualquier fan de Bioshock. Podemos reconocer al Big Daddy, y a las Big Sisters en varios de los monstruos presentes en SOMA, que serán muy poco frecuentes al inicio del juego, y mucho más pertinaces en su persecución al final. Las partes acuáticas del título de Frictional Games son tan similares a las de Bioshock 2 que una captura podría confundir a más de uno. Algo sin duda a destacar de este título, es el creativo y particular uso que hace de los efectos, que usa no solo para añadir vistosidad, sino que si fueran una mecánica más del juego, en los momentos de persecución y ataque de los enemigos.
No obstante el enfoque más sucio e industrial de SOMA consigue darle personalidad propia, el juego de luces y sombras está muy bien llevado, y los engendros biomecánicos a medio camino entre The Thing y la obra, omnipresente siempre en la ciencia ficción, de Giger son perturbadores. En su diseño, como en su argumento a grandes rasgos, el juego tiene poco de original, pero sí es muy eficiente y concienzudo en lo que hace.
SOMA plantea conflictos morales en el jugador de forma muy cruda - ¡Comparte!
Es muy destacable el tramo submarino final, en el que el juego conseguirá sacar un increible jugo al hecho de, basicamente, no ver prácticamente nada. Con sus limitados medios, las profundidades abisales del mar son sin duda una recreación magnífica, y que contribuye a dotar al juego de la atmósfera idónea para apuntalar sus ambiciones jugables. En cuanto al apartado sonoro diría que este es correcto, y sin embargo resulta brillante en el manejo de los silencios. La música es incidental en el juego, y se limita a algunos momentos de tensión. SOMA es una experiencia solitaria y silenciosa, donde el sonido de las burbujas, nuestros pasos, y algún grito lejano serán nuestra compañía casi todo el rato. Todo está al servicio de la atmósfera, y el uso del sonido en este caso es inmejorable.
Jugabilidad
SOMA es un título de mecánicas sencillas, diálogos, búsqueda de objetos, pequeños puzzles donde nuevamente aparece la inspiración en Bioshock, con un uso del sigilo muy simple y casual. Es de agradecer que, como ya hemos indicado anteriormente, no abuse de hacernos correr y escondernos demasiado, porque aquí lo que realmente importa es el discurrir de nuestra historia. Es cierto que aunque el juego es muy turbador y desconcertante en un inicio, a base de repetirse un poco, terminamos sabiendo lo que va a ocurrir en cada momento. Sin embargo, la ruptura de este patrón en un tramo final absolutamente agónico, hace que el juego termine por todo lo alto.
Cada vez que avanzamos a una nueva parte de Pathos-II tendremos que buscar uno o varios objetos, resolver un puzzle, y acabar teniendo que escapar de alguno de los monstruos. Por el camino podremos reconstruir parte de la historia de los anteriores habitantes de la base submarina con registros de audio, diarios, o leyendo la caja negra que llevan adheridos a sus trajes muchos de ellos.
También en estos puzzles, o más bien al terminarlos, se nos enfrentará a decisiones de calado, que aunque no tengan reflejo real en el discurrir de la historia sí, sí lo tendrán en nuestra forma de percibirla. SOMA es una aventura de intriga y suspense de corte clásico, con ciertos tintes de terror, pero que gracias a su guión nos parecerá mucho más única de lo que es jugablemente.
Duración
SOMA tiene una buena duración para lo que muchas aventuras gráficas, o juegos de terror nos tienen acostumbrados. Nueve horas, si no activamos las pistas del juego, es la duración más probable. En cuanto a la posible rejugabildad es una pena que se haya optado por no incluir diferentes finales, o múltiples caminos según nuestras decisiones en el juego, que aunque dan empaque dramático al juego, evidentemente dañan el atractivo de volver a jugarlo.
No obstante para volver a visitar la Phathos-II y optar por otros caminos es siempre una opción, aunque tendremos que tener en cuenta que nada cambiará cuando lleguemos al final de la aventura. Sea como fuere, con sus 8-9 horas de juego, este título es una experiencia jugable plena, que te dejará totalmente satisfecho, si es que esa es la palabra que puede aplicarse a un juego como este.
Conclusión
SOMA es una aventura triste, dura, y perturbadora, que intenta aproximarse a cuestiones filosóficas de importancia como es la propia identidad, tanto la identidad individual como la de la propia raza humana. Es una historia terrorífica sin duda, pero es sobre todo un drama. Algunos personajes, y líneas de diálogo nos van a golpear duro, con un final donde domina el agrio al dulzor de haber sobrevivido a la aventura. Completar este juego no es algo gratificante, el sentido que puede serlo con el común de los juegos. Puedo decir que el final del juego, me dejó sentado en el sofá durante unos minutos reflexionando acerca de lo que había visto, y lo que había hecho durante mi paso por Pathos II.
Durante el transcurso de mi partida no me he sentido en ningún momento el héroe de una epopeya, he compartido las dudas y tristezas de su protagonista, y a menudo el juego me ha llegado a contagiar su gélida soledad. Es SOMA un juego muy narrativo, pero que es capaz de manipular al jugador lo suficiente para que se sienta autor de la narración, más que mero espectador. Si te apetece enfrentarte a una historia de ciencia ficción adulta, y probarte a ti mismo sobre determinadas cuestiones, sin duda este es es tu juego.
La narrativa al servicio del terror - ¡Comparte!
En esta conclusión, aún no he decidido si posicionarme a favor o en contra de la ausencia de cambios en la acción, en base a las decisiones que he tomado jugando, puesto que SOMA persigue provocar una reflexión en el jugador, que probablemente no estaría ahí si señalase el camino entre el bien y el mal, recompensando o castigando nuestras decisiones. A ese respecto su final ambivalente es un auténtico acierto para este juego.
*Nota: Agradecemos a Frictional Games el código del juego y material para esta review.