El Torneo del Rey del puño de Hierro vuelve para poner el broche final a la trama del clan Mishima. Tekken 7 es espectáculo puro, y un grande del género.
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Los más veteranos de este mundillo recordarán con cariño el lanzamiento del primer Tekken en 1995 de la mano de Namco (ahora Bandai Namco), un título que en plena eclosión de los gráficos poligonales revolucionó el género de los juegos de lucha ya no solo por su apartado técnico, sino por la trama que involucraba a algunos de sus personajes principales. Supuso el punto de partida para una serie tan longeva como exitosa a lo largo de su historia, y ahora, tras dos años triunfando por los salones recreativos de medio Japón con su máquina arcade, al fin podemos enfundarnos los guantes de Tekken 7 en su formato doméstico. La séptima entrega numerada de la saga llega tras 8 años de ausencia, y es la conclusión de la trama del linaje de los Mishima, en la que conoceremos todos los misterios y entresijos que rodean a esta familia.
Por fin y pasados 22 años, conoceremos toda la verdad sobre el clan de los Mishima - ¡Comparte!
Amor, traición, venganza y orgullo, y todos con un motivo para pelear. El argumento gira en torno a Kazumi Mishima, esposa de Heihachi Mishima, portadora del ‘Gen Diabólico’ y que sumerge al clan en una batalla por decidir el destino del mundo. Veamos si merece la pena verlo.
Apartado Técnico
Vamos a empezar por lo malo para después quitarnos el mal sabor de boca, porque Tekken 7 tiene muchas cosas buenas, pero tiene una bastante mala, y es la resolución. Precaria, triste, decepcionante y poco digna de una consola que es capaz de reproducir contenidos de hasta 4K sin despeinarse (en el caso de Xbox One S). Qué menos que 1080p, sin embargo y para sorpresa de todos nos encontramos con 720p (1280 x 720 píxeles), algo que si bien en el fragor de la batalla apenas apreciaremos, cuando estemos parados o veamos algunas cinemáticas sí que notaremos, incluso con algún ‘diente de sierra’, y no exagero. Sin duda este es el punto más negativo del juego, pero que nadie se asuste, porque afortunadamente no nos va a estropear la experiencia. Este es un juego de precisión, no un ‘machacabotones’, y sus responsables así han querido que sea, utilizando el motor Unreal Engine 4 que dota al juego de un framerate de 60 fotogramas por segundo inamobibles, es una roca y todos los combates fluyen y rinden a la perfección. No hay mal que por bien no venga.
Gráficamente está al día, los diseños anime de los personajes y sus peinados imposibles siguen siendo patrimonio de la casa. Volvemos a encontrar el editor de personajes, todos los menús en español, y las voces originales de cada uno de los luchadores dobladas en su propio idioma. Esto último queda algo bizarro en el modo historia, ya que resulta extraño ver una conversación entre Heihachi y Nina Williams, él hablando en japonés, y ella en inglés. Si sumamos al recién llegado Claudio hablando en italiano, queda una situación de lo más variopinta. En cuanto a la música, ésta cumple sin más, y las melodías van ligadas a sus escenarios, que dicho sea de paso, están bien acabados, aunque sin grandes pretensiones, y algunos de ellos tienen varios pisos y elementos destructibles durante las peleas, características ya típicas en la saga.
Mención especial para algo que personalmente debo decir que me ha encantado, y es la galería histórica, un archivo con cientos de videos e imágenes que van desde el primer Tekken hasta el último en aparecer, algo que sin duda hará las delicias de los más fervientes seguidores de la saga, entre los que se encuentra una servidora. Y esque una vez tuve una PlayStation, que corrí a pedir a mis padres simplemente en cuanto vi en casa de un amigo la intro de Tekken 2, el flechazo fue instantáneo, así que poder volver a ver todas las cinemáticas y otros aspectos multimedia de la serie, es un lujo añadido que creo justo mencionar y agradecer.
Jugabilidad
Ya sobre el escenario, se nota lo mucho que ha evolucionado la saga y lo perfeccionado que está todo en este Tekken 7. Del acuerdo de Bandai Namco y Capcom tenemos el honor de poder controlar a Akuma, personaje de Street Fighter que ha sido adaptado a la perfección al sistema tan particular de la franquícia. El resto de la plantilla es muy sólida, si bien también aquí encontramos algunas ausencias, como Lei Wulong, quien siempre había estado presente, o Roger Jr, eliminado del roster tras 15 años por la presión de los activistas sobre la polémica del maltrato animal. Aún y así, el elenco es bueno, variado y reconocible, con algunas reapariciones y las 9 nuevas incorporaciones: Claudio Serafino, Gigas, Jack-7, Josie Rizal, Katarina Alves, Lucky Chloe, Master Raven, Kazumi Mishima y Shaheen. Además, en el futuro otros más irán llegando a modo de DLC.
Sobre los modos de juego, tenemos que dar un nuevo tirón de orejas al título, y es que en este aspecto hay ausencias importantes, como el modo contrarreloj, supervivencia, y los ‘chorrijuegos’ del volley o los bolos. Una vez se nos destuerza el gesto, encontraremos el nuevo modo combate del tesoro, donde iremos pasando rondas de combates, y en el que además de subir de categoría al luchador elegido, iremos obteniendo monedas del juego y unos cofres que contienen atuendos y objetos para el editor de personajes. También tenemos el modo historia, importantísimo para dar punto y final a la trama que ha acompañado a Tekken desde su nacimiento. En él, se nos presentará el argumento a base de cinemáticas, e iremos resolviendo sus capítulos a través de diversos combates.
También tenemos el modo arcade, muy cortito por cierto, en el que pasaremos por 5 fases hasta ver los créditos. Tal cual. No hay una CGI final para cada luchador como se nos tenía acostumbrados, soso cuanto menos, pero sirve para ir conociendo a los personajes y a sus eternos rivales, aunque para ello nada como la libertad del modo entrenamiento. Y finalmente, tenemos el modo multijugador, y en cuyas partidas jugadas para este análisis, hemos obtenido muy buenos resultados a nivel de rendimiento. Salvo algún leve problema en la latencia poco más que decir, y no hay que esperar una eternidad para encontrar a un contrincante.
En lo jugable es sencillamente delicioso y más si contamos con un mando Élite y su magnífica cruceta diseñada para los juegos de lucha. Cualquier jugador puede acercarse a este Tekken 7, pues posee hasta 3 niveles de dificultad y varias ayudas para los jugadores más noveles. La ejecución de combos por pulsación funciona a la perfección, de nada sirve aporrear botones porque pocos golpes se van a enlazar. Por mucho que conozcamos a los personajes de antes, todos ellos tienen nuevos movimientos, especialmente gracias a la inclusión del sistema Rage y los Power Crush.
El sistema Rage se activa cuando nos queda poca barra de vida, entramos entonces en un modo de ira y si ejecutamos en ese momento un Rage Art, técnica especial propia de este sistema, veremos una animación espectacular que dañará al rival de forma inversamente proporcional a la salud que nos quede. Es decir, cuanta menos vida tengamos, mayor será el daño. Ojo con estas técnicas porque pueden cambiar completamente el devenir de una pelea, así que no os fiéis mucho en el online cuando estéis a punto de ganar a alguien, porque os la puede liar mucho. Por su parte los Power Crush son unos movimientos que absorben el daño recibido a altura media o alta en un único pero muy duro golpe, son de fácil ejecución, y pueden repetirse varias veces.
Duración
Lo digo siempre, la duración de un juego de lucha es muy relativa, pues depende mucho del interés del jugador en seguir subiendo en los ránkings y en desbloquear todo lo que se nos ofrece. En el caso de Tekken 7 hay horas para aburrir. Su modo principal, el modo historia, dura en torno a las 3-4 horas en función de la dificultad elegida. En el modo de los cofres del tesoro podemos invertir un buen número de horas intentando ascender a todos los personajes y conseguir desbloquear todos los objetos, atuendos y horteradas (que hay muchísimas) disponibles para la personalización de luchadores. Pero lo que hará perdurar al título en el tiempo será sin duda su modo multijugador. Y es que darte de leches con tus amigos o con otros jugadores funciona a las mil maravillas, eso si, procura entrenar duro antes, porque hay auténticos expertos, realmente dignos del Torneo del Rey del Puño de Hierro.
Conclusión
Tekken 7 es un magnífico juego de lucha que viene a confirmar el dulce momento que atraviesa el género. Muy pocos de estos juegos tienen una historia tan sólida y longeva, y los que llevéis siguiéndola como si de una serie de televisión se tratara, al fin descubriréis el misterio que envuelve al linaje Mishima (os va a sorprender). Cuenta con un buen número de luchadores y modos de juego, aunque echemos algunos en falta. Los combates son divertidos, fluidos, impactantes y emocionantes hasta el final, gracias a las nuevas técnicas Rage Art, y aunque lamentablemente su apartado gráfico se ve empañado con una resolución que considero injusta a estas alturas de la generación, ésta no impide disfrutar de la experiencia, ya que el juego va sobrado de rendimiento.
Hay pequeñas cosas que le han hecho bajar algunas décimas en la puntuación, y ojalá se recapacite sobre ellas. Desde luego Tekken lo merece, pues representa mucho más que un arcade de lucha.
*Gracias a Bandai Namco por facilitarnos el material para realizar esta review.