Os presentamos una nueva sección en la que liberaremos al hype para expresar nuestras expectativas sobre determinados videojuegos, en este caso hablaremos de ReCore.
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¿Quién defiende el hype de los jugadores? ¿Quién custodia las expectativas que emanan de los corazones de los gamers que alguna vez fueron puros? ¿¡Es que no hay nadie que vele por los intereses jugables de los fans!? Ahora ya sí, estimados y estimadas lectoras de Generación Xbox.
Os presentamos una nueva sección bajo el nombre de “El Defensor del Jugador” en la que comentaremos cuáles son nuestras expectativas sobre determinados videojuegos. En este nuevo contenido abriremos la jaula en la que la realidad mantiene encerrado al hype y le inyectaremos un chute de adrenalina para que rompa los límites de la moderación con lo que pueda alcanzar lo que realmente deseamos ver en nuestros videojuegos favoritos.
Sin más aburridas explicaciones os dejamos con el primer texto que inaugura esta sección. No ha sido fácil hacerlo sobre ReCore ya que al ser la primera entrega de una nueva IP no disponíamos de una base ni jugable ni narrativa sobre las que tener expectativas y, por otro lado, los datos que se han ido conociendo han confirmado en muchas ocasiones anhelos que han abandonado al hype para echarse en los brazos de la realidad. Sin embargo Elodie Mellado ha sido capaz de sortear todos esos obstáculos. ¡Leed su esfuerzo!
El Defensor del Jugador Para la Expansión del Hype presenta su alegato sobre ReCore
Qué tendrán las nuevas IP para producirnos ese reconfortante cosquilleo en el estómago, esa capacidad intrínseca de hacernos sentir como niños en la mañana de Navidad esperando nuestra flamente Nintendo 64. Qué excitante lo nuevo, lo inesperado, en definitiva, lo desconocido. En un mundo plagado de refritos, de secuelas interminables que recogen lo peor de esa tendencia del cine de los ochenta de llegar a séptimas y octavas partes de agotadas franquicias o de remasterizaciones que evidencian un claro desgaste de la industria, videojuegos como ReCore incendian una chispa de esperanza en nuestro corazón gamer.
En los últimos años estamos viviendo un deja vú constante en la producción de videojuegos. El coste de realizarlos es tan alto que los estudios no tienen más remedio que tirar de lo conocido para apelar el bolsillo del jugador. Las apuestas por lo nuevo son escasas, pero está demostrado que llaman la atención del público. Fijémonos en los E3. ¿Cuántas quejas hay todos los años por el escaso riesgo que toma nadie? ¿Cómo nos exaltamos todos cuando vemos algo nuevo que no supone la segunda, tercera o séptima parte del juego de siempre? Aún así, está demostrado monetariamente que el peso de la franquicia continúa siendo esencial, y muchas nuevas propuestas se llevan la bendición y curiosidad del público pero no su dinero, convirtiendo toda esta situación en un uróboros de aúpa.
Los poseedores de Xbox One sabemos qué es este sentimiento, pues en esta generación y en la anterior hemos sido los beneficiarios de nuevos juegos exclusivos que quisieron llevar más allá el triple A y ofrecer un distintivo que no fuera lo mismo de siempre. O al menos lo mismo de siempre pero diferente. Desafortunadamente, en esta generación las ventas no siempre han acompañado, como fue el caso de Sunset Overdrive, un divertimento delirante que estuvo muy por debajo de las expectativas tanto de Microsoft como de Insomniac Games, al menos a nivel de ventas.
Aún así el futuro nos da pie a la esperanza. Y es que los de Redmond tienen grandes años por delante en cuanto a distinción jugona. En el horizonte podemos atisbar el fascinante Sea of Thieves, el nuevo juego de Rare que nos hará echarnos a la mar para darle al ron y al sable; no podemos olvidarnos tampoco de Scalebound, el juego que Platinium Games y Hideki Kamiya, posiblemente uno de los creativos más valiosos del Japón actual, están cocinando para nuestras consolas. Y, por supuesto, por cercanía y por ser el motivo central de nuestro artículo, ReCore, ese juego presentado hace dos años que se ha convertido en la envidia de la competencia. A escasos días de su lanzamiento, nos encontramos en la redacción dando saltitos de pura excitación viendo lo que se nos viene encima, y es que las primeras impresiones que publicamos nos dan ganas de soñar. Ha llegado el momento de formular la gran pregunta, ¿qué esperamos de ReCore?
Ante todo, diferenciación. Todo en esta vida tiene referentes, no existe nada que no recoja nada del pasado para mejorarlo, hacer algo nuevo. Como decía el protagonista de El Club de la Lucha, todo es una copia de otra copia de otra copia. ¿Es esto malo? No, y menos cuando se hace con inventiva y mucha pasión. Ese parece ser el caso de ReCore. Por las mentes pensantes que tiene detrás, Keiji Inafune, creador de Megaman, Mark Pacini, director de Metroid Prime y Joseph Staten, uno de los guionistas de Destiny, es inevitable que algo de sus anteriores trabajos haya transpirado en ReCore. Es por ello que no pocos periodistas que ya lo han probado confirman que los tiros van muy similares a los que ya pegó Samus pero con un sabor completamente nuevo y distintivamente único.
Y es que ya solo por el diseño del mundo y del personaje principal Joule, ReCore bien merece nuestra absoluta curiosidad y, más tarde, si se da el caso y esperemos que así lo sea, nuestra eterna fascinación. Primero de todo, estamos ante un personaje femenino nada sexualizado que desarrolla su habilidad gracias a su pericia técnica y combativa. Como si se hubieran inspirado en Rey de Star Wars, posiblemente el mejor personaje femenino del mainstream del pasado año, Joule es una chatarrera que debe valerse por sí misma en un mundo hostil que no da nada por nadie. Acompañada de Mack, un perro robótico y otros ayudantes mecánicos, tendrá que desenvolverse en un mundo que combina los espacios abiertos con los puzzles tradicionales, algo así como los últimos Zeldas pero con mucho combate, luces de colores y frenetismo en pantalla.
Por si fuera poco, hasta la estrategia con el precio de lanzamiento de ReCore es del todo inusual. A excepción de Nintendo, que siempre ofrece sus juegos entorno a los 40 euros con la condición de que jamás bajan de precio, no es habitual que las compañías fijen precios por debajo de los 60 euros para su juegos de estreno. Pues bien, Microsoft parece que está tirando la casa por la ventana y nos ofrece una estrategia tan poco usual como irresistiblemente suculenta. Los que no estén muy convencidos pocos argumentos tendrán con los menos de 40 euros que cuesta el juego, y los que ya estén esperándolo como agua de mayo podrán adquirir la edición coleccionista casi por lo que te cuesta cualquier otro triple A en su día de salida. No sabemos cómo les saldrán la jugada, pero sin duda, por el riesgo, solo podemos admirar la estrategia de Microsoft.
Es evidente que quien escribe estas palabras quiere que salga bien, pues sin haber podido catar el juego espero que este cumpla todas mis expectativas con lo que se ha mostrado. Algo fresco, divertido, que me haga vibrar a los mandos y recordarme la intensidad de un buen juego sin sentir que estoy haciendo una y otra vez a lo mismo. Hay motivos para creer, así lo demuestran las múltiples alabanzas que ya ha cosechado en diversos medios tras su paso en la GamesCom de este año. En pocos días saldremos de dudas y os tendremos preparados muchos especiales para resolver si ha cumplido las expectativas de la redacción o no. También esperamos conocer las vuestras. De momento, ¿qué esperáis de ReCore?
Post Scriptum: Cuando escribí el artículo, la polémica con el ya infame doblaje de ReCore aún era algo muy lejano en el tiempo. He de decir que mi opinión permanece inmutable pues no me gusta denostar a ningún juego por la cantidad de doblajes que haya dictaminado Microsoft, sino como pieza de arte independiente a estas decisiones. Mi opinión personal sobre la estrategia de Microsoft, entonces, la dejo para otros círculos y zonas de debate, como bien pueden ser los foros, pues reitero que no afecta a mi percepción como usuaria y esto es personal e intransferible para cada persona. Habrá quien piense que es determinante y otros que no. Y todas las decisiones son igualmente respetables. Creíamos que era esencial aclararlo para no levantar polémicas innecesarias que al final, lo único que consiguen es que no hablemos de lo que más importa, el juego.