Ni el mus, ni la brisca, ni el póquer... El juego de cartas que lo peta en la mayoría de hogares del mundo es el UNO. Ideal para jugarlo en cualquier época del año, tanto en solitario como en compañía, no te dejará indiferente... ¡sobre todo si un oponente te...

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¡Ay! de aquel que no conozca el popular juego de cartas de Mattel en cualquiera de sus formas, vertientes y variantes. En lo que es el juego físico lo hay de baraja, electrónico, sumergible y un sin fin de etcéteras. En cuanto a sus versiones digitales ha adoptado diferentes coletillas (friends, dash…), pero en esta ocasión Ubisoft ha decidido renombrarlo como UNO a secas, ya que parece que nos trae la versión más tradicional del juego a nuestra consola.

Como sabréis, se trata de un juego de cartas familiar o ideal para jugar con amigos, sin historia, apto para todos los públicos y totalmente adictivo e intuitivo. De hecho, parte de culpa de que el juego tenga tantas revisiones y versiones la tiene el hecho de que se trata de un superventas desde hace décadas y a que triunfa en cualquier tipo de formato que aparezca.

Es un juego ideal para echar unas partidas con los colegas, con los peques de la casa o contra la IA, y para esos momentos en los que te apetece desconectar. Cualquier persona, de cualquier edad, clase social o nivel intelectual puede jugarlo. Y lo mejor es que independientemente de esos factores condicionantes, todo el mundo tiene posibilidades de ganar, gracias a que el azar es otro de los elementos que influyen de manera drástica en cada partida.

Tanto si has tenido una infancia normal, como si eres de esas personas que nunca se sintió atraída por los juegos de cartas, es más que probable que conozcas la existencia de UNO e incluso que sepas sus reglas. Si perteneces a los del segundo grupo, quizás deberías echarle un vistazo al análisis y descubrirlo un poco más a fondo. Para el resto, digamos lo que digamos, UNO el SOLD como una casa, pero por muy fan que seamos de algo, hay que reconocer que nos encanta leer sobre aquello que tanto nos gusta. ¿O no?

Gráficos

Repetimos: es un juego de cartas. Son ellas las protagonistas absolutas y encima tienen un diseño bastante esquemático (pero reconocible e icónico) y unos colores básicos y planos. No hay más. Ni trampa ni cartón. Sin frames por segundo de por medio, sin importar una leche la resolución y demás palabros técnicos ni efectos visuales de ningún tipo; con tan solo un fondo rojo-anaranjado y unas cartas sobre él, UNO consigue que tus manos se peguen al mando y que la que se suponía que iba a ser la última partida acabe siendo la penúltima, y así sucesivamente, hasta que te da por mirar el reloj y resulta que han pasado más horas de las que tenías pensado estar pegado a la pantalla.

Con una música de ascensor de fondo, vamos viendo pasar una carta tras otra, robamos, hacemos robar, cambiamos el sentido, saltamos turnos y la verdad es que no es necesario mucho más. Ubisoft no se ha partido los cuernos con la adaptación a la nueva generación del juego de cartas, pero ¿qué otra cosa podían hacer? Pues poner un mazo más además del clásico, lo cual es todo un acierto. Si eliges la baraja inspirada en Raving Rabbids, el juego toma otro cariz menos formal, y los simpáticos y catastróficos conejillos comenzarán a hacer de las suyas, dando un plus de variedad al juego.

Al estar siempre ante menús y pantallas estáticas, el juego no adolece de ningún problema técnico ni visual, así como tampoco sufre de tiempos de carga elevados. Todo a nivel visual y técnico resulta ser sencillo, fácil, divertido y directo. Encima viene traducido al español, con lo que quien no conozca el juego y desee echar un vistazo a las reglas antes de comenzar la primera partida, podrá empaparse de ellas sin dificultad alguna.
Jugabilidad
La versión de Xbox One de UNO es la literal traslación del juego de cartas de sobremesa al mundo virtual, sin trampa ni cartón. Esto implica que si has jugado alguna vez con las cartas físicas, no vas a tener ni una sola duda sobre cómo se juega con las videojueguiles. A parte de esto, en pantalla tendrás siempre indicaciones, por si en algún momento de despiste no recuerdas con qué botón se cantaba “UNO” o si se te ha olvidado cuál es el botón de robar.

Niños, adultos y mayores que se pongan a los mandos estarán disfrutando del juego a los pocos minutos de haber empezado, sin necesidad de tutoriales ni de consultar el manual, a pesar de que se incluyen ambos para todo aquel que le cueste un poquito más de lo normal adaptarse y memorizar las reglas.

En cuanto a modos de juego solo encontraremos el individual, el cooperativo local (2 contra 2), y el online también con opción de jugar solo o en equipo con un amigo o jugador aleatorio, echándose en falta que en el modo de un jugador no puedas configurar aspectos de la partida como por ejemplo el nivel de dificultad de la IA. En definitiva, todos los modos son igual de divertidos y de simples, con el único inconveniente que el local está restringido a dos jugadores y que no siempre es fácil encontrar partida en el online. Precisamente es en línea donde Ubisoft debería habérselo currado un poco más y haber añadido opciones fundamentales, como son la posibilidad de poder votar la expulsión de un jugador inactivo, de dar toques a los competidores despistados, así como la opción de poder marcar como no deseado o de penalizar a los desaprensivos que abandonan las partidas justo al final porque van perdiendo.

De haberse cuidado esos aspectos estaríamos ante un modo online perfecto en el que las trampas y la dejadez fuese motivo de derrota para los jugadores nocivos y de victoria y motivación para los jugadores comprometidos y honestos. Además de esto, también habría sido un puntazo que se hubiesen incluido más tipos diferentes de barajas. Ubisoft tiene en propiedad un listado considerable de licencias que habrían sido muy interesante verlas impresas en cartas. Pero tranquilos, es Ubisoft, y en el menú principal ya tienen acoplada una opción llamada “Contenido descargable” con una etiqueta que reza “Próximamente“, lo que hace casi incuestionable que habrá DLC. La cuestión es si será de pago, así que hagan sus apuestas…
Duración
¿Para qué vamos a marear la perdiz? Vamos al grano: la duración de UNO es infinita. Venga, va, vamos a extendernos que ese es nuestro trabajo… Infinita, sí, pero con matices. Obviamente no vas a pasarte el resto de días de tu vida gamer jugando al UNO en un bucle sin fin, pero al ser un juego sin campaña solo te tendrá enganchado un par de días por aquello de “la novedad”.

Salvo que seas un fanático del juego, es poco probable que lo estires mucho más, aunque bien es cierto que lo irás revisitando con frecuencia cuando venga un amiguete a casa o cuando te apetezca echar unas partidas online o contra la IA. En ese sentido, es bastante probable que lo tengas siempre a mano en tu biblioteca de juegos.
Conclusión
Ni el mus, ni la brisca, ni el póquer… El juego de cartas que lo peta en la mayoría de hogares del mundo es el UNO. Ideal para jugarlo en cualquier época del año, tanto en solitario como en compañía, no te dejará indiferente… ¡sobre todo si un oponente te tira un “roba 4”!

Salvo algunas carencias en su modo online, que permite que los trolls y los jugadores despistados no sean penalizados, el juego es lo que se espera de él: sencillez máxima para un disfrute directo y para todos los públicos.

Pros	Contras
* La baraja de los Raving Rabbids.	* Se echa en falta más variedad de barajas.
* Online hasta para 4 jugadores.	* No se penaliza a los jugadores muermos ni a los trolls.
* Sencillo pero divertido y adictivo.	* No hay margen de configuración de partida en el modo de un jugador.