The Park juega bien sus bazas, que son una ambientación muy lograda que conseguirá acongojarte en más de una ocasión, junto con un escenario pocas veces tratado con tanto protagonismo en juegos de esta índole, como son los parques temáticos.
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Hay muchas teorías sobre lo paranormal y todo lo que rodea al Más Allá. Las hay de todos los colores y sabores, desde las más escépticas hasta las más crédulas. Sobre las más tendentes a creer que existe algo después de la muerte se encuentran los que defienden que los seres humanos desprenden cantidades ingentes de energía, las cuales se producen bajo determinadas situaciones de estrés, pánico, sufrimiento y otros tantos contextos emocionales de considerable intensidad. Si tomásemos esta premisa como cierta, ¿qué otro lugar reúne tantas toneladas de emociones fuertes como un parque de atracciones? Pues así, a bote pronto, a un servidor no se le vienen demasiados a la cabeza. Por eso no es tan descabellado que a los chicos de Funcom, no se les haya ocurrido mejor lugar, para contarnos una historia terrorífica, que el Atlantic Island Park, un divertido parque de atracciones como cualquier otro de día, que se convierte en tu peor pesadilla por la noche.
La historia nos retrotrae al año 1977, pero tanto la ambientación como los acontecimientos que vas a presenciar en el juego bien podrían acontecer en la actualidad o en cualquier otro año desde entonces hasta el día de hoy. Lorraine, una madre soltera, trae a su hijo Callum a pasar un día inolvidable a su parque temático favorito. Su mami le ordena que le espere en el coche mientras va a comprar las entradas, sin embargo al crío le puede la impaciencia y se cuela en el parque ante la estupefacción de Lorraine y del taquillero, que le desbloquea la puerta a la pobre mujer para que pueda ir en busca de su hijo antes de que este se extravíe por las instalaciones. Y justo tras cruzar las puertas de entrada al recinto será cuando dé comienzo la particular bajada a los infiernos de nuestra protagonista. ¿Tenéis vuestros tiquets? Perfecto, poneos a la cola y subid a la atracción cuando llegue vuestro turno. Este análisis tiene curvas peligrosas y se recomienda que no saquen las piernas ni los brazos del habitáculo bajo ningún concepto. Disfruten del espectáculo… ¡Muajajajaja!
Apartado Técnico
Bueno, retomemos la compostura y adentrémonos directamente en las entrañas de este intrigante proyecto que seguro que puso los dientes largos, desde el mismo día de su anuncio, a todos los amantes y seguidores del terror. Pues bien, tenemos la suerte de poder deciros que The Park ofrece una experiencia centrada en crear tensión y generar auténtico pavor en el jugador, y realmente lo consigue. A nivel gráfico no ha venido para sentar un nuevo benchmark en la industria, pero resulta que estamos ante un juego que, por el precio que tiene, ha conseguido recrear, de manera satisfactoria, un escenario terrorífico en el que no se generan errores técnicos molestos, más allá de un puntual popping que se manifiesta durante el prólogo.
Su solvencia en este apartado contribuye a que la inmersión, en la excelente atmósfera que recrea, esté al nivel de otros títulos que recientemente han sentado cátedra en el género. No los supera, pero sí que consigue acercarse bastante. En cuanto a esa misma atmósfera que comentábamos, esta evoluciona progresivamente mientras avanzamos, tornándose más y más inquietante y opresiva, lo que propiciará que te lleves de recuerdo una buena retahíla de sobresaltos. Si eres de los que, cuando emprenden un juego de este tipo, se lo piensan dos veces antes de cruzar una puerta y de los que lo pasa mal ante la duda de lo que te depara tras cada esquina, será mejor que vayas ojeando catálogos de marcapasos porque igual acabas necesitando uno tras llegar al final. Aunque bien es cierto que los más curtidos en estas lides, a pesar de que también se asustarán en más de una ocasión, detectarán que The Park podría haber dado mucho más de sí y que podría haberse coronado como uno de los mejores juegos de miedo del momento.
Todo el apartado sonoro no hace más que reforzar esa sensación de angustia que genera. Sobre todo recomendamos jugarlo con auriculares, consejo que el mismo juego te dará durante los ajustes de contraste. Y ya de paso si lo juegas a oscuras, puedes ir poniendo en remojo tus agallas porque es así como The Park brilla con más luz propia. Esto no quiere decir que si lo juegas escuchando el audio directamente desde los altavoces de la televisión no vayas a poder disfrutarlo, es solo que con los auriculares vas a poder paladear mejor las geniales melodías y efectos sonoros que nos acompañarán durante la aventura.
Eso sí, es una verdadera lástima que el juego no venga traducido ni doblado al español. En este caso es más sangrante que en otros, ya que las notas, recortes de periódico e informes que iremos encontrando y que sirven para que podamos comprender la historia al 100 %, se muestran en pantalla con una tipografía muy pequeña, y al no tener subtítulos dichas notas, leerlos se convierte en una auténtica tortura.
Jugabilidad
Ya desde su anuncio y presentación, Funcom nos ha vendido el juego como una experiencia de terror en primera persona centrada en la intensidad de la exploración y la narración en vez de en el combate y la acción. Tras haber pasado el juego dos veces, podemos aseguraros que si ese era el objetivo del estudio, lo han cumplido a pies juntillas. The Park no es más que un literal paseo por un parque de los horrores al más puro estilo P.T. Podrás interactuar con paneles de control y determinados objetos, pero no tendrás acceso al clásico inventario para utilizarlos más tarde. Tampoco hay enemigos contra los que combatir, con lo que tendrás que olvidarte de cualquier tipo de armamento o de equipo.
Por no haber no hay ni rompecabezas, con lo que te limitarás a perseguir al insoportable niño que se te ha escapado, corriendo por todo el parque como una loca. Luego, cuando la trama avanza, entiendes por qué Callum actúa de ese modo tan insoportable, pero mientras tanto no pararás de planificar tu venganza cuando le alcances, en forma de tirón de orejas, cachete en el culo o collejón traicionero a lo Mariano Rajoy Style. Toda esta ausencia de mecánicas clásicas que, sin ánimo de parecer cínico, tanto juego dan, se echan aquí muchísimo de menos, ya que más que un jugador acabas relegado casi al rol de un simple espectador.
Consecuencia de ello es también que el juego acabe siendo tan facilón y extremadamente lineal. Recomendamos encarecidamente que si lo adquirís vayáis preparados con el chip de que vais a adentraros en una aventura de terror, porque desde luego no es un survival horror ni tampoco una aventura gráfica de miedo.
En nuestra opinión nos hubiese gustado que resultase más desafiante o que pusiese a prueba nuestro intelecto. De todos modos, debemos remarcar que The Park contiene un buen número de secuencias que pondrán a prueba nuestra cordura y que nos pondrá el vello como escarpias, lo cual es bastante positivo.
Duración
Otro de los escollos de The Park es su duración. La primera vuelta la hemos completado en poco más de una hora y diez minutos, y la segunda vuelta en cuarenta y siete minutos. No hace falta ser demasiado quisquilloso como para llegar a la conclusión de que es una duración muy poco satisfactoria. Además, no hay coleccionables ni se desbloquea nada cuando lo acabas por primera vez, lo que no invita demasiado a dar una segunda vuelta. En nuestro caso lo hemos pasado dos veces porque nos supo a poco y porque nos dejamos un logro suelto.
A pesar de que The Park nos pone a los mandos de una notable historia terrorífica, no podemos pasar por alto una duración tan corta. Más aún si tenemos en cuenta que un escenario como un parque de atracciones podría haber dado mucho más de sí y podrían haberse incluido más atracciones. También es sangrante que no se haya dotado al juego de mayor contenido precisamente porque el estudio ha preferido crear una experiencia narrativa. Por eso mismo, si no han invertido tiempo y recursos en crear enemigos, puzles y mecánicas jugables propias de los juegos de terror, qué menos que haber dotado al título de una duración más larga.
Conclusión
The Park juega bien sus bazas, que son una ambientación muy lograda que conseguirá acongojarte en más de una ocasión, junto con un escenario pocas veces tratado con tanto protagonismo en juegos de esta índole, como son los parques temáticos. Por contra, los puntos flacos que presenta le hacen mucho daño y no consigue que despegue para codearse con los pesos pesados que han ido desfilando en los últimos años y, probablemente, puede quedar eclipsado por competidores futuros que aparentan mucho más empaque.
La ausencia de un doblaje a nuestro idioma o una mera traducción de textos, así como la simpleza jugable que presenta y sin olvidarnos de su alarmante y escasa duración, nos han dejado un sabor demasiado agridulce. Aún así, hay que tener en cuenta que su precio, 12,99 €, es bastante apetecible y, por supuesto, los fans de los juegos de terror no deberían perdérselo bajo ningún concepto.
*Gracias a Xbox y a Funcom por habernos proporcionado el material para la review.