Análisis de Furi

Furi es todo lo que necesitáis si os gustan los hack n' slash con disparos incluidos. Un título completo, único y muy, muy difícil.

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Imaginaos en una celda. No una celda al uso, en una celda donde el propio carcelero son las rejas de ella. Ni los tobillos ni las muñecas pueden escapar de una condena que parece no tener fin. Si miráis un poco con ganas, podríais divisar una silueta que te susurra que escapes. Y aunque parezca de cuento de hadas, ¿puede ser esa silueta un conejo? Por qué no.

A partir de ahí, todo es un viaje de vuelta a escapar de la celda donde has estado atrapado, por no sabemos cuánto tiempo. Furi es la búsqueda encontrada del yo que no sabe a dónde ir, y en el caso de que cualquier excusa es buena para saber quién eres.

En este enigmático título de The Game Bakers, nos abre las barreras a una cárcel a distintos niveles donde tendremos que lidiar con quienes residen en cada uno de ellos. Nuestros carceleros, en múltiples ocasiones no serán más que otros desafortunados que han caído en la misma trampa oculta que tú, y que se desenvuelve en cada trozo narrativo que nos da a medida que vamos acabando con cada uno de ellos.

Y es que Furi es un hack n’ slash en toda regla, cubriéndonos fielmente las ganas de las clásicas batallas entre bosses, tú contra él. Tensión en su máxima expansión ligada a una más que complicada dificultad que os darán ganas de estrellar el mando contra vuestro monitor o bajar a tomaros con café calentito para relajaros de las tantas veces que tendréis que dar combos y repetir una y otra vez cada boss. Avisados quedáis.
Apartado Técnico
Furi entra por los ojos, y es innegable. Su apartado artístico es una maravilla que os darán ganas de ver una y otra vez los paisajes en los que vais a ir adentrándoos entre boss y boss. Y no es para menos, porque el diseñador artístico no es ni más ni menos que Takashi Okazaki, el diseñador de Afro Samurai, también famoso por su estilo artístico peculiar. Si lo visual está en bandeja, aún queda lo mejor.

Porque Furi rinde muy bien en Xbox One, pese a los grandes efectos y conglomeraciones que ocurren en el escenario en un juego de esta categoría durante muchos de los bosses, nunca hemos detectado ninguna bajada de frames o cortes. Existen unos tiempos de carga minúsculos entre nivel y nivel y una más que fluida experiencia mientras juegas. Una gozada en bastantes sentidos, sobretodo sabiendo que el equipo de The Game Bakers ha estado puliendo la versión de Xbox One para añadir más modos que os comentaremos adelante, pero esencialmente para hacer que técnicamente se muestre como hoy vemos en su juego final.

Como punto más a favor, Furi tiene una de las bandas sonoras de electrónica y sintetizadores más completas que podríamos encontrar en un juego de estas características. Compuesta por Carpenter Brut, Danger, The Toxic Avenger, Lorn, Scattle, Waveshaper y Kn1ght, sin duda es una pieza clave de este juego, que culmina con unos efectos de sonido más que destacable en múltiples ocasiones, no sólo en las batallas, sino en los pequeños tramos de historia anteriores a cada boss.

Un apartado técnico correcto en todos los sentidos y más que remarcable para un juego con pocas inversiones. Eso sí, el juego está en inglés con subtítulos en castellano, viendo las pocas líneas de diálogo que entabla el título, se hubiera agradecido una buena localización más allá del propio texto.
Jugabilidad
Como hemos dicho, Furi es un juego hack n’ slash que os hará dar un bote o tirar el mando hacia algún extremo de vuestra habitación. Básicamente utiliza mecánicas clásicas y las mezcla de forma bastante inteligente en un gameplay más que remarcable para los amantes del género. Os avisamos de que si no os gustan los retos difíciles, Furi no es tu juego. En cambio, si buscas una y otra vez un juego que pida dar más de ti mismo, Furi es lo que posiblemente estás buscando.

Nuestro protagonista tiene varias bazas bajo la manga. Lo más remarcable, un rajo o una espada que guarda bajo sus túnicas y que pueden dar pequeños golpes rápidos cuerpo a cuerpo y otros cargados que hacen mucho más daño, pero son más lentos. Además, tendremos a nuestra disposición de una pistola, donde podréis disparar automáticamente hasta que nosotros queramos, pequeños disparos seguidos, siempre con la opción de un tiro cargado mucho más poderoso, pero al igual que el tajo, muy lento en ocasiones.

Este juego no es de pulsar todos los botones hasta dar con la combinación más adecuada que proporcione más daño al enemigo, porque cada enemigo es un mundo por conocer, y será intentándolo una y otra vez cuando nos demos cuenta qué es lo que realmente hace débil a quien tenemos delante.

Cada boss esconde entresijos que os harán dar vueltas sobre qué combinación es la más adecuada, y os aseguramos que ninguna es parecida a la otra. Un boss, una nueva forma de jugar, esa es la filosofía de Furi. Y siempre vamos a tener con nosotros las mismas armas, no busquéis formas de ser más poderosas o algún atisbo de algo parecido, porque no lo encontraréis exceptuando en la fase final.

Furi esconde algo más que un gameplay complicado a más no poder, sino que también esconde una historia humana pero a la vez irreal. A medida que vamos pasándonos los niveles de cárcel, nos conocemos tanto a nosotros mismos como al conejo que nos acompaña, así que bienvenidos a una auténtica oleada de historia, que aunque ya más que masticada, bien narrada. El problema que esconde Furi es el mismo con el que intenta ser distinto: su dificultad es endiablada, y muchos tendréis que hacer el juego en modo Paseo –que aunque sigue siendo difícil en ocasiones, ya no supone el mismo reto y, por lo tanto, no la misma experiencia-. Además, la historia parece tener sus entresijos que acaban siendo intensos pero algo pretenciosos.

El juego nos proporciona múltiples cosas que hacer. Si bien no es un juego largo, si sois unos aficionados al género, los desarrolladores han intentado hacer todo lo posible porque podamos rejugarlo con algunos modos.
Duración
Furi es así, os lo podéis pasar en 2 horas y media u os podéis pasar la vida intentando derrotar a un enemigo. Y es que la duración del juego es tan relativa como la forma en que lo juguéis, y nunca había estado tan claro. Por suerte, los desarrolladores han puesto empeño que intentar que el juego sea apto para muchos públicos, aunque estos se limiten a “exigente” y “no tan exigentes”.

El modo recomendado es el modo Furi, y es el que os comentamos que es muy complicado de forma estándar. Además, podemos desde el principio cambiar el juego al modo Paseo, haciendo la experiencia no tan exigente, pero también lo suficiente. Como consejo, si queréis que Furi sea un reto mayor, desde Ajustes quitad el HUD, y experimentaréis una experiencia totalmente nueva.

Además, el juego tiene una batalla totalmente nueva para los jugadores de Xbox One, aparte de los demás modos que componen el juego. Estos son el “SpeedRun” – competís de forma pasiva con las puntuaciones de otros jugadores al terminar el juego-; y el modo hardcore, que os lo podéis imaginar.
Conclusión
Furi es exquisito para los jugadores que adoran el hack n’ slash, pero su alta dificultad no lo hace accesible para todo tipo de público. Una historia intrigante que podría ser mejor, pero que se queda en unos anecdóticos finales con un posible final boss de lo más adecuado para el momento.

Un gameplay fantástico, que a pesar de las más que repetidas mecánicas no se hace absolutamente nada aburrido, sino al contrario. Tendréis que estrujaros los sesos para poder saber el punto débil y la combinación adecuada para acabar con vuestro rival.

Un más que pulido apartado técnico y un personaje secundario enigmático hacen el juego un must para quienes disfruten de este género, pero cuidado para quienes no estéis acostumbrados. Una obra fantástica, completa y redonda.

*Gracias a The Game Bakers por habernos proporcionado el material para la review.