Shift Happens es un juego de plataformas en el que tendrás que poner a prueba tu habilidad en cada una de las fases que separan la factoría en la que los protagonistas fueron creados, hasta su libertad.
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Encarar los análisis que os traemos periódicamente casi nunca es tarea fácil. Por parte del redactor requiere de valores tan variados y complejos como disciplina, orden, profesionalidad u objetividad entre otros. Pero claro, luego te encuentras con juegos que te rompen todos los esquemas y que te obligan a improvisar. Si no nos creéis, imaginad lo complejo que puede llegar a ser darte de bruces con unos personajes como Bismo y Plom, los protagonistas de Shift Happens (algo así como «los cambios suceden»).
Y ¿qué es Shift Happens? Pues muy sencillo: Shift Happens es un juego de plataformas en el que tendrás que poner a prueba tu habilidad en cada una de las fases que separan la factoría en la que los protagonistas fueron creados, hasta su libertad. Y ya puestos, ¿quiénes son Bismo y Plom? Buena pregunta. Pues son dos de los productos que se manufacturan en una impersonal, anónima y fría fábrica. Bismo está hecho de bismuto y Plom de plomo (de ahí sus nombres) y poco más sabemos.
La cuestión radica en que estos dos personajillos son diferentes al resto. Son productos defectuosos. La fábrica crea estos entes gelatinosos en serie y sus compañeros de producción son clones unos de otros, tanto en forma física como por el impersonal color gris que los caracteriza. Y precisamente ese es el motivo por el que Bismo y Plom se desmarcan. Un accidente en la cadena de montaje provoca que caigan dos botes de pintura en los tanques y ya está el lío servido. Nada más nacer, ambos se percatarán de su anormal y colorida condición y unirán fuerzas para escapar.
La situación en sí es bastante extraña, ya que si el tanque contenía la misma materia prima, no se entiende muy bien porqué uno es de plomo y el otro de bismuto si además tenemos en cuenta que los dos tienen los mismos poderes, peso y forma. Tampoco queda muy claro por qué la fábrica produce esos seres ni por qué Bismo y Plom quieren escapar. Y lo malo es que tampoco nos extraña tanto, ya que no es la primera vez que vemos un juego en el que la historia es una mera anécdota sin mayor calado. Como en otros juegos de este tipo, lo importe es pasar a la siguiente pantalla y poco más. Y bien, apliquémonos el cuento. Dejémonos de introducciones y ven, pasa con nosotros al siguiente apartado.
Apartado Técnico
Sabe muy mal decirlo, pero Shift Happens es un juego en el que tienes la sensación constante de que todo ha sido diseñado y creado para excusar el pobre aspecto visual que presenta. Los escenarios son lienzos de tonos claros que tampoco mejoran demasiado cuando salimos de la fábrica y nos adentramos en el bosque. Las plataformas son planchas planas de metal o trozos de tierra con aspecto retro y hasta los protagonistas son una especie de bolas amorfas de compuesto químico. Lo malo es que esto no se puede argüir como excusa, ya que hay otros juegos de corte similar (¿a alguien le suena Splosion Man?), en los que ya se ha abordado la temática de escapar de un laboratorio o fábrica y en los que los elementos y escenarios estaban cargados de texturas, formas diversas, detalles y de color.
El juego adolece de problemas técnicos que se tornan más constantes en el multijugador. Las físicas no responden siempre del mismo modo y se experimentan problemas en el motor de colisiones. Por ejemplo: si te cae una caja encima te chafará pero, ese bloque que te mató antes, puede que en el segundo intento no lo haga al caerte de nuevo encima. También hay objetos que impiden el movimiento de otros al rozarse entre ellos cuando los empujamos, y lo peor es que cuando saltas desde cierta altura, al aterrizar, el personaje se queda encallado o da pequeños saltitos intermitentes al desplazarte durante unos segundos. Además, las plataformas de presión tampoco funcionan siempre de manera correcta.
En el apartado sonoro la cosa no mejora. Parece ser que al estudio le gusta la sobriedad, o quizás sea falta de presupuesto o un conjunto de malas decisiones. El caso es que las melodías parecen sintetizadas y están compuestas con marcadas influencias chillout que pueden llegar a generar somnolencia, y no es broma. La mezcla resultante de la falta de espectacularidad y viveza en el apartado visual, y las tibias piezas sonoras que lo acompañan, nos ha provocado algún que otro bostezo sibilino al jugarlo en horario nocturno.
Aunque no todo es malo. El scroll lateral es muy suave y han tenido el detalle traducir todos los textos al español. Esto es de agradecer sobre todo en los tutoriales y en la navegación por los menús. Tampoco queremos olvidarnos de que los tiempos de carga están muy bien optimizados y el diseño de niveles va subiendo progresivamente en dificultad, son variados y están muy bien diseñados.
Jugabilidad
Vale, a partir de aquí la cosa solo puede remontar. Y es que aunque Shift Happens tenga un apartado técnico bastante mejorable, es en la jugabilidad donde destaca con fuerza. El juego es divertido y las mecánicas de juego son variadas, en las que se mezclan elementos de plataformas clásicas con rompecabezas, todo puesto en escena de un modo en el que no se cae en la monotonía en ningún momento y, por encima de todo, destaca el modo multijador. De hecho parece que el juego esté pensado para jugarlo en compañía. En solitario tendremos que ir alternando el control entre Bismo y Plom, lo que resulta bastante engorroso a la hora de sortear ciertas zonas o resolver determinados puzles.
Y es en este punto en el que queremos dedicar un fuerte aplauso al equipo desarrollador, porque nos llegan con cuentagotas los juegos independientes que incluyen multijugador online, y en Shift Happens vas a poder jugar con tus amigos tanto en local como online. Esto es un puntazo, más aun en juegos como este, en los que el cooperativo es mucho mejor que el singleplayer.
En cuanto a modos de juego solo encontramos el modo historia, en el que se combinan a la perfección las fases que sirven como tutoriales con las demás. Al acabar cada nivel se nos otorgará una calificación de una, dos o tres estrellas, en función a la cantidad de orbes dorados que hayamos recogido. También existe un objeto especial en algunos niveles, y el juego tiene el correspondiente logro asociado si los recoges todos. Conseguir la calificación de tres estrellas no es del todo trivial, porque el juego consta de cuatro zonas y solo podrás pasar a la siguiente si has desbloqueado un número determinado de estrellas en los niveles de la zona anterior, cosa que tampoco resulta demasiado complicado, que no se preocupe nadie.
Para tener éxito en cada una de las fases, es obligatorio dominar los poderes y habilidades de Bismo y Plom. El principal es la capacidad de alterar su masa. Si la expandimos, saltaremos a menor altura pero seremos más fuertes; y si la reducimos, seremos más ágiles pero perderemos fuerza. Por si esto os sabe a poco, la aventura está repleta de trampas, artefactos, interruptores, zonas ocultas, mecanismos y demás obstáculos con los que se pondrá a prueba nuestra habilidad y coordinación. Decimos coordinación porque hay tramos muy exigentes en los que tendremos que sincronizarnos a la perfección con nuestro compañero.
Esto nos lleva a señalar que la dificultad del juego es variable, dependiendo del grado de sinergia que tengamos con la persona con la que juguemos, siendo harto complicado el modo oneplayer al tener que coordinar los movimientos de los dos personajes con un único mando. Además de que el avance se complica de manera progresiva a medida que pasamos de fase, podremos retomar cada nivel para completarlo en contrarreloj, lo que resulta un reto para nada sencillo y que puede llegar a desesperar. Es aquí cuando los bugs que mencionábamos en el apartado anterior pueden convertirse en un obstáculo importante, porque quedarte pegado en una plataforma o encallado en un ascensor, te robará valiosos segundos injustamente e incluso te puede costar la derrota.
Duración
Llegamos a otro apartado crítico para Shift Happens. Por un lado, el juego dispone de cuatro áreas que puedes acabarte en unas cinco horas, dependiendo de tu habilidad. Pero como hemos indicado anteriormente, no siempre vas a conseguir las tres estrellas a la primera pasada, así que los que deseen obtener todos los logros, tendrán que rejugar los niveles en los que les quede algo por desbloquear. El tema es que para tener el 100 % tienes que hacer esto tanto en el modo de un jugador como en el cooperativo, con lo que la duración final se multiplica por dos para los completistas. Una lástima que para el resto de jugadores no existan demasiados alicientes para jugarlo más de una vez.
Conclusión
Shift Happens es un título con bastantes claroscuros, pero muy recomendable para los que disfrutan de los juegos de plataformas. El lastre que arrastra en forma de bugs y el discreto apartado técnico y de diseño que presenta, no le permiten brillar con luz propia, a lo que hay que sumar que sus protagonistas, Bismo y Plom, se ahogan en su propia falta de carisma.
Pese a todo, hay que reconocer que tiene muchos puntos a favor. Su dificultad está muy bien equilibrada y garantiza un considerable número de horas de juego para los cazadores de logros. Además puede presumir de tener uno de los mejores modos cooperativos online que hemos visto en un juego indie en lo que va de año, hasta el punto de que supera al modo de un jugador.
*Gracias a Deck 13 Interactive por habernos proporcionado el material para la review.