No hay nada peor que estés en el sofá tirado y entre un demonio a robarte la cerveza. Saldrías corriendo detrás de él a arrancarle la cabeza. De eso se trata SEUM.
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Seguro que a más de uno de vosotros alguna vez os han quitado ese objeto preciado de la nevera que esperabais al momento preciso del día para tomaroslo. Ya sea un trozo de tarta, la preciada porción de pizza que sobró del día anterior o de la última cerveza que quedaba, seguro que cuando os disteis cuenta saliste corriendo preguntando quien la cogió y donde se escondía de tu ira. Precisamente esto es lo que le ha pasado a nuestro protagonista sin nombre.
Nuestro colega rockero-perroflauta-dejado-de-la-vida, parece ser que se encontraba disfrutando de su nuevo disco recién comprado, pero este resulta que invoca a un demonio bastante gamberro que abre un portal dimensional y le roba las cervezas en su cara. Para más recocijo, el demonio le corta la mano de un golpe y el protagonista, con un cabreo monumental, lanza el disco de vinilo contra el demonio, cortándole su mano también. No sabía con quien se metía. No iba a perder sus cervezas. Así que no se le ocurrió otra cosa que pegarse la mano del demonio y perseguirlo por el portal hasta el mismísimo infierno. Después de todo, parece que no se trataban precisamente de cervezas Cruzcampo.
En SEUM encontraremos una interesante mezcla de géneros de puzzle, FPS y plataformas. Se podría decir que es una mezcla entre Super Meat Boy y Portal. De hecho, sería un juego perfectamente reconocible si usara una perspectiva bidimensional en vez de ser en 3D y primera persona. Pero realmente por eso es tan vertiginoso y por momentos mareante, ya que la velocidad es extremadamente importante, si no llegas en un corto espacio de tiempo a la meta, no podrás pasar de nivel.
Apartado Técnico
A pesar de las capturas que véis, los gráficos de SEUM se acercan mucho más a Minecraft que a cualquier otra cosa. Quizá estamos exagerando un poco, pero se nota que hay editor en el que los creadores se han estrujado los sesos para ponernos las cosas difíciles, las piezas y eventos están colocados con precisión y mala baba para morir constantemente. El conjunto no brilla ni siquiera por su definición, pero la tremenda velocidad de juego nos quitará las ganas de fijarnos mucho en los escenarios. Que son horribles, todo hay que decirlo.
Sabemos que el atractivo de SEUM no está en el apartado artístico precisamente pero es que tampoco es que cumpla un mínimo técnicamente hablando. Si la resolución del juego supera los 720p nos sorprendería, la verdad. Y no es algo que sea importante tampoco, pero si lo son las bajadas de frames en momentos muy puntuales de…¿carga gráfica? Con un framerate desbloqueado que ya perjudica en un juego que requiere de una precisión al mando casi enfermiza, es absolutamente inaceptable que esto ocurra en ningún momento del juego. Más aún cuando, como hemos comentado, los gráficos son algo cutres.
La velocidad del conjunto sorprende, y los sonidos cumplen su cometido, pero no es un aspecto muy cuidado en este indie de procedencia humilde. Aunque nos ha llamado la atención la constante voz del demonio riéndose de nosotros -en perfecto inglés- en cada muerte o a nuestro personaje esgrimiendo frases mientras se juega la vida. Le da un toque personal que facilita el que no nos desviemos del «objetivo principal» del juego y que se convierta en una sucesión de fases sin más.
Jugabilidad
Es evidente que el peso de todo el análisis recae en este punto, ya que su propio título hace referencia a algo que mucha gente admira y teme al mismo tiempo. Por definición, los speedrunners son gente que completa juegos con una velocidad endiablada, aprovechando todos los glitch, bugs y fallos en las estructuras de cada mapa para acceder antes al final de los mismos. Y en esencia, nuestro personaje será uno de ellos, ya que la propuesta es bien sencilla, pero tiene sus matices.
Dividido en fases, se supone que nuestro personaje persigue a este demonio que le va dejando trampas para que cesemos en nuestros intentos, pero contaremos con su recién cercenado brazo para obtener los poderes necesarios para desafiar a cualquier obstáculo que nos pongan por delante. El mayor problema es que no podremos pasar de fase si no lo hacemos un determinado tiempo. Pero es un tiempo ridículo, exageradamente reducido, para que cada fase acabe siendo una perfecta coreografía que deberás ensayar a cada muerte para cruzar el portal de meta a tiempo.
Y, la verdad, es que entendemos que el juego haya tenido un relativo éxito en PC, donde el control con el ratón potencia muchísimo la tensión y las posibilidades de apurar en cada pequeño movimiento, a no ser que sea el amo absoluto de los sticks analógicos del mando de Xbox One. Quizá con un élite podríamos mejorar, porque aunque parezca difícil, con práctica acaba resultando asequible y como mínimo podremos completar la fases con una marca dentro del límite.
En el fondo SEUM, cuenta con ese ingrediente especial que te hará repetir una y otra vez las fases entreteniéndote sin más pretensiones hasta que las completes, ya que todas tienen su estrategia. Una vez la dificultad estará en tu propia habilidad para moverte, otras veces en la capacidad de usar varios poderes y encadenarlos de la mejor manera y otras veces, muy al estilo Portal, comenzarás diciendo: «¡Esto es imposible! ¡Ahí no llego ni en broma!» Para terminar con un muy socorrido: «Aaaaaam vale vale vale así si«, después de haberlo intentado muchas veces.
Duración
Esta versión de SEUM: Speedrunners from Hell es bastante completa, y trae prácticamente casi todo el contenido lanzado para la versión PC, con muchas horas para quebrarte la cabeza intentando pasar de fases y porque no, de subir el primero en la clasificación mundial y sentir ese cosquilleo de saber que eres el mejor del mundo en algo sentado desde tu sofá.
Es el primo feo de Super Meat Boy y Portal - ¡Comparte!
Además, tendrás que perfeccionar los tiempos para desbloquear la última misión de cada piso, ya que las fases se representan como si fuéramos en un ascensor descendiendo cada vez más profundamente en el infierno. Por los 14,99€ que cuesta, tiene para entreteneros un buen rato.
Conclusión
Al principio comentábamos las referencias evidentes que todo buen jugador encontrará en SEUM: Speedrunners from Hell. La locura y dificultad infrahumana de niveles de Super Meat Boy se une a los puzzles de físicas de Portal para traernos este nuevo título que lleva paseando varios años por Steam con un éxito moderado. El problema es que el envoltorio no es lo suficientemente atractivo como para que os entre por los ojos nada más verlo y los problemas técnicos no mejoran esa opinión precisamente.
El control con el mando, gran handicap de los usuarios de Xbox One para este título, no ayuda a mejorar los tiempos, pero si que está bien adaptado, así que los amantes de los fps lo podrán encontrar como un entrenamiento para mejorar su destreza con el apuntado.
Sin embargo, con la actual moda de Cuphead, si buscáis un desafío a vuestra altura de dedos rápidos y reflejos felinos, encontraréis en SEUM un buen rival con el que grabar vuestras mejores hazañas y presumir delante de los amigos.
*Nota: Agradecemos a Head Up Games el código del juego y material para esta review.