Hunter's Legacy es un juego de plataformas de acción en 2D en un mundo de fantasía, de corte retro y con una dificultad a la vieja usanza.
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En más de una ocasión se mencionan en los análisis de videojuegos frases como, «dificultad de la de antes«, «jugabilidad de antaño» o «aspecto retro«. A veces se dice con cierta nostalgia, como si el hecho de que el juego se adapte a dichas sentencias fuese algo positivo, aunque otras veces suele pesar en la nota y acaba lastrando la experiencia o el producto final en sí.
Sea como sea, desde la redacción pensamos que da igual si un juego tiene estética retro o no. Lo importante es que, ofrezca lo que ofrezca, lo haga con un mínimo nivel de calidad. Y, por supuesto, también se valora mucho que el título cumpla lo que promete. Esas frases que mencionábamos en el primer párrafo se suelen utilizar mucho para vender. Se cuentan por miles los jugadores veteranos que gustan de disfrutar de títulos que homenajean o rememoran tiempos pasados de vez en cuando. Lo malo es cuando te encuentras conque lo que has comprado no llega a poder considerarse como juego «de los de antes«, porque bien falla la jugabilidad, la dificultad no está a la altura o por cualquier otro detalle y al final queda todo en agua de borrajas.
Pues bien, precisamente es eso mismo lo que nos promete Hunter’s Legacy, presentándose como un juego de plataformas de acción con personajes y escenarios de Universe of Something, un concepto de mundo conectado sobre el que Lienzo, el estudio desarrollador, pretende lanzar diferentes títulos. En Hunter’s Legacy controlarás a Ikki, cazadora de Un’Amak, una gata bípeda equipada con un par de espadas y un arco con flechas que se las verá y se las deseará contra un nutrido grupo de enemigos para salvar a su pueblo. Ahora solo queda comprobar si las promesas se las lleva el viento o si Ikki no va a tener las cosas tan fáciles en su aventura, tal y como juran sus creadores. Acompáñanos para descubrirlo.
Apartado Técnico
Para ser un juego indie, Hunter’s Legacy muestra un apartado técnico muy fresco y sorprendente, y lo bueno es que lo han conseguido sin renunciar a una solvencia visual digna de aplaudir teniendo en cuenta el presupuesto con el que suelen moverse este tipo de desarrolladoras. Los paisajes son coloridos, los personajes están muy bien diseñados y también están muy bien plasmados todos los elementos en pantalla. Solo empaña un poco el resultado final un par de pequeños puntos: uno es el scroll, el cual, tratándose de un juego de plataformas en 2D, debería moverse con más soltura, mostrando algún que otro tirón repentino; y el otro es la clara fuente de inspiración de los artistas que han dado vida a Ikki, al país de Un’Amak y a los enemigos que lo pueblan, ya que todo parece sacado del pincel de los creadores de Hora de Aventuras.
Tanto es así, que más de uno llegará a pensar que en lugar de abrirte paso por las tierras de Un’Amak, en realidad lo estés haciendo por la Tierra de Ooo. Incluso hay una fase que transcurre en un escenario helado que recuerda sospechosamente a los dominios del Rey Hielo. Poco se le puede recriminar al juego más allá de eso y del pequeño tamaño de los personajes y de algunos decorados, que se presentan de un modo sobrio, sin demasiados elementos, aunque con unos predominantes colores vivos, que llaman la atención del jugador a cada paso de la aventura.
Otro de los puntos a favor es la localización, ya que todos los textos están traducidos impecablemente al español. No hubiese sido conflictivo si hubiese llegado íntegramente en inglés, ya que la historia no es que sea interesante y los menús son bastante intuitivos, pero estos detalles se agradecen mucho.
A nivel sonoro también brilla con luz propia, ya que las melodías acompañan muy bien la acción y, al ser composiciones bastante discretas en cuanto a artificios, pasan bastante desapercibidas y fluyen con total naturalidad, con lo que no caen en la monotonía en ningún momento. Los efectos de sonido también cumplen su función sin más, y al no haber voces no se hecha en falta el doblaje correspondiente.
Jugabilidad
¿Cuál era una de las claves de los juegos de plataformas de acción de antaño? ¡Muy bien, chicos! Habéis acertado: la simplicidad a la hora de ponerte a los mandos para darle a gusto a los botones. Lienzo lo sabe, y así lo ha hecho en Hunter’s Legacy. Como buena aventura de plataformas en 2D, el sistema de juego es básico hasta decir basta. Todo consiste en saltar de plataforma en plataforma dando estocadas o flechazos a los enemigos que nos encontramos si no queremos que nos den ellos primero y acaben bajando a cero nuestro contador de vida.
Esto se traduce en pulsar A para saltar, X para atacar con la espada y el Y para disparar el arco. Pero ahí no queda la cosa. Lienzo ha incluido un sistema de mejoras para Ikki. Las skills de la fiera gata guerrera se pueden incrementar comprando mejoras con el oro que iremos encontrando en cofres y que irán dejando aleatoriamente los enemigos derrotados y los jefes finales vencidos.
Los gráficos de Hunter’s Legacy parecen sacados del mismo pincel que Hora de Aventuras - ¡Comparte!
Tanto a los tenderos como a un travieso gnomo que nos vende objetos secretos, podremos comprar mejoras para el inventario de Ikki y de su salud. En cambio, haciendo morder el polvo a los jefes conseguiremos poderes especiales y mejoras para nuestras armas que nos permitirán acceder a las zonas que hasta el momento eran inaccesibles. Pero ojocuidao porque esto no será tarea fácil, gracias a que el juego nos plantea una dificultad exigente por lo duros de pelar que resultan algunos enemigos y los propios jefes de cada área (estos últimos nos harán soltar más de un exabrupto y os aconsejamos mejorar a Ikki todo lo que podáis antes de enfrentaros a ellos).
Para acabar este apartado, mencionar que hay ciertos aspectos que podrían haberse mejorado. Uno de ellos es que estás abandonado a lo largo y ancho del recorrido. Te encontrarás muchas veces sin saber qué hacer o a donde ir. Y esta sensación de desamparo se refuerza aún más por la falta de un tutorial con el que habernos dados algunas pinceladas básicas sobre cómo se interpreta y usa el mapa o sobre cómo usar en nuestra ventaja las pulgas de fuego y de hielo, por ejemplo. También hay que destacar que, aunque en su conjunto se trata de un juego retador, os encontraréis con algunos escenarios un poco desbalanceados, en los que hay zonas muy difíciles y otras muy fáciles.
Duración
Como suele ocurrir con los juegos con un nivel alto de dificultad, Hunter’s Legacy tiene una duración muy variable dependiendo del perfil del jugador que se ponga a los mandos. Cuanta más habilidad, más corta será la duración, pero es más que probable que las ocho horas no te las quite nadie porque vas a morir en muchas, en cientos de ocasiones, y te tocará volver a empezar una y otra vez desde el último punto de guardado. Aunque esto es algo muy positivo, porque al ser un «mundo abierto» y al tener la posibilidad de volver sobre nuestros pasos en casi cualquier punto en el que se haya guardado la partida, si te atascas puedes volver sobre tus pasos para seguir explorando tomando otros caminos en busca de nuevas mejoras. De ese modo, reforzando al personaje, es bastante probable que aquella zona o jefe que se te atragantaba no te resulte tan complicado ahora.
Por si fuera poco, Hunter’s Legacy está lleno de recovecos, de cuevas ocultas, de portales teletransportadores, y es probable que más de uno se proponga encontrar todos los secretos que oculta el juego. Si te fijas dicha meta, la duración del juego va a multiplicarse por dos cuanto menos.
Conclusión
Es una gozada encontrar juegos como estos, en los que se cumple todo lo que el estudio promete. Hunter’s Legacy es un juego de plataformas de acción en 2D en un mundo de fantasía, de corte retro y con una dificultad a la vieja usanza. A la acertada fórmula hay que añadir unos gráficos vistosos y coloridos y el resultado es un producto muy solvente, que por desgracia no es todo lo sobresaliente que nos hubiese gustado por la falta de guía a la hora de avanzar, por una dificultad no del todo bien ajustada y algún que otro problema técnico.
En una era en la que la mayor parte de productos digitales se acaban casualizando, hay que aplaudir propuestas como estas en la que el jugador tiene que ponerse las pilas si quiere avanzar, ya que en algunas zonas el más mínimo error que cometas acabará con la vida de Ikki. Quizás también peque de parecerse demasiado a alguna que otra serie de animación actual, pero esto ya es un detalle menor que se compensa con una buena banda sonora y con unas mecánicas de juego simples y adictivas.
*Gracias a Lienzo por habernos proporcionado el material para la review.