Cuando creías que ya lo habías visto todo en los juegos de acción cenitales, llega Ruiner y te deja con la boca abierta por la intensidad de sus combates, su trabajado guión y su profundo sistema de mejoras.
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Rengkok es una ciudad decadente y sucia, no solo en cuanto a sus calles sino también en lo referente a sus ciudadanos. La miseria moral impera en un territorio hostil en el que la agresión está a la orden del día y en el que el valor de cada individuo se mide por el nivel de karma que acumula. Este medidor es el que le hace encontrarse en un escalafón u otro del estamento social, y es el que le abre acceso a determinados comercios, establecimientos y demás círculos sociales.
Dentro de este universo turbio interpretaremos el papel de un guerrero biónico que se enzarza en una cruenta guerra entre bandas para rescatar a su hermano, víctima colateral de un negocio de luchas clandestinas y moneda de cambio para obligarnos a luchar sin cuartel si queremos que conserve la vida. Sin embargo, nuestro sistema informático será crackeado y acabaremos convertidos en chatarra hasta el momento en que Ella, una hacker clandestina, nos rescate y nos lleve a un chatarrero que nos recompondrá para poder vengarnos.
Esta es la historia que nos contará Ruiner, en la que ahondará en una temática cyberpunk con tintes japoneses en la que la acción estará a la orden del día. Nos moveremos pues a través de gigantescas edificaciones tecnológicas que hacen que Rengkok parezca más bien una zona industrial que una ciudad. Esto otorga una crudeza adicional a una propuesta que ya de por sí crea una atmósfera asfixiante y decadente con algunos retazos de color aquí y allá. Agarra tú cachiporra y tu pistola más mortífera que comenzamos.
Apartado Técnico
Lo primero que llama la atención de Ruiner son sus cinemáticas, con un toque de anime y otro de película de ciencia ficción occidental de los ochenta con una calidad que las acerca a las que incluiría cualquiera de los triples A del momento. Luego, una vez comienza la acción, la lejanía de la cámara nos muestra unos personajes pequeños, de los que apenas percibimos detalles de indumentaria o rasgos característicos. De hecho, es bastante frecuente que no sepamos si el enemigo que se nos acerca viene equipado con un arma cuerpo a cuerpo o con una de fuego hasta que hace uso de ella.
Luego está el tema de que la industrialización de los escenarios que recorreremos es demasiado monótona. Da igual en qué edificio hayamos entrado, siempre parecerá que estamos correteando por una fábrica futurista. Eso sí, la ambientación es, aunque un tanto oscura, excelente e inmersiva como pocas. Por su rendimiento no hay que preocuparse, Ruiner corre como la seda con un scroll suave como el lomo de un gatito y con una nitidez y animaciones igual de fluidas. Como pega más molesta, queremos destacar el efecto flash que aparece en pantalla cuando nos tomamos el avance con algo más de calma, recordándonos el objetivo que perseguimos en cada misión. Esto emborrona toda la pantalla y cuando se muestra demasiadas veces seguidas resulta molesto en exceso.
Musicalmente hablando, Ruiner encadena canciones electrónicas machaconas una tras otra, acordes siempre con el diseño artístico y con esa ambientación que su apartado visual tan bien cimenta. Los efectos de sonido son perfectos y van en afinada sintonía con el paquete visual y musical de la obra, siendo especialmente cuidadoso y espectacular con la ejecución de los poderes especiales más devastadores de nuestro protagonista. Como guinda, el juego incorpora una localización al español de todos sus textos.
Jugabilidad
Muévete con el stick izquierdo, apunta con el derecho y dispara. Esta es la premisa principal a la hora de hacerte con el control del juego, pero enseguida te das cuenta de que Ruiner va mucho más allá en cuanto descubres que no solo dispones de armas cuerpo a cuerpo sino también de fuego. Pero no acaba ahí la cosa porque, una vez comienzas a progresar en el juego, se abre todo un mundo de posibilidades con un menú in game que te permite ver información sobre las misiones disponibles, sobre las armas recolectadas, los enemigos a abatir y las diferentes bandas, así como información general de la columna argumental del juego y otros conceptos como personajes secundarios, la ciudad de Rengkok y los diferentes sectores que la componen.
Y por si esto fuera poco, también dispondremos de un árbol de poderes desbloqueables en los que podremos invertir los puntos de habilidad que vayamos recolectando a lo largo y ancho del mapeado. También se consiguen puntos de habilidad por recolectar unidades de karma que nos harán subir de nivel. Al hacerlo desbloquearemos nuevas habilidades que podremos comprar y equipar que van desde los típicos ataques especiales que gastan energía pero son demoledores, pasando por los que ralentizan el tiempo o nos otorgan mejoras defensiva, hasta los que aumentan nuestro nivel de daño, la duración de las armas o incrementan los puntos de vida.
Este aporte estratégico lo que hace es incrementar las posibilidades a la hora de encarar cada enfrentamiento. Los cuales, por cierto, son desde el inicio un reto considerable incluso en el nivel más sencillo. En los más difíciles el juego acaba convertido en una auténtica pesadilla solo apta para los jugadores más experimentados y con los nervios de acero. Por suerte no tendremos un número determinado de vidas y los puntos de guardado automático son masivos, así que tras ser derrotados emprenderemos la aventura casi en el mismo punto en el que mordiste el polvo.
Duración
Ruiner consta de una campaña principal que dura entre seis a las diez horas dependiendo de tu habilidad y en el nivel más fácil de dificultad. En los más difíciles la duración se puede multiplicar por quince, aunque ya os avisamos que es infernal y que hay que tomarlo con mucha calma y paciencia.
Por otra parte, en cada fase serás puntuado según la variedad de ataques efectuados, los impactos recibidos y el tiempo invertido en completarla. Esto se traducirá en una calificación que irá del A+ e irá descendiendo al A, B+, B y así sucesivamente. Si eres de los que disfrutan superándose así mismo, aunque hayas completado la campaña, te lo pasarás pipa intentando superar tus propias marcas, extendiendo así la vida útil del juego de manera considerable.
Conclusión
Cuando creías que ya lo habías visto todo en los juegos de acción cenitales, llega Ruiner y te deja con la boca abierta por la intensidad de sus combates, su trabajado guión y su profundo sistema de mejoras. Tiene varios aspectos mejorables, pero la experiencia de juego que ofrece, en rasgos generales, es mucho más profunda y satisfactoria de lo que puede parecer en un primer contacto.
Su factura visual está cuidada a un nivel muy profesional, sobre todo en las cinemáticas, y su apartado sonoro acaba de dar la puntilla para rematar una faena de categoría. Totalmente recomendable para los amantes de los juegos de acción con una fuerte inspiración a la ciencia ficción clásica, y también recomendable para cualquier usuario que busque una propuesta original con la que desahogarse repartiendo sorbos de jarabe de palo y disparando a todo lo que se menee.
*Nota: Agradecemos a Cosmocover el código del juego y material para esta review.