Bloody Zombies da un puñetazo en la mesa no solo para recordarnos que el género beat em up no está muerto, sino que la moda zombie sigue vivita y coleando.
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Los juegos de peleas callejeras marcaron a toda una generación que disfrutó de una serie de juegos que pasarán a los anales de la historia de la industria, con Final Fight y Streets of Rage como dos de los más representativos ejemplos, y demás perlas que más de uno desearía que SEGA o CAPCOM retomaran en la actualidad. Hay que reconocer que el género no supo evolucionar, envejeció mal y no supo hacerse hueco en la era tridimensional. Esto los relegó al olvido, pero hay que recordar a las compañías que las 2D tienen mucho que decir y siguen contando con un regimiento de seguidores que apoyarían un regreso de estos títulos sin tener que pasarlos por el aro de las 3D.
Para muestra un botón: Bloody Zombies da un puñetazo en la mesa no solo para recordarnos que el género beat em up no está muerto, sino que la moda zombie sigue vivita y coleando. El juego es atrevido pero respetuoso a la vez con los clásicos, y demuestra que un juego en 2D también puede disfrutar de una jugabilidad profunda y elaborada, no tanto como su argumento, el cual, como suele suceder en este tipo de juegos, es una mera excusa para liarse a tortas contra todo lo que se mueva en una inglaterra postacpocalíptica como escenario de fondo.
Apartado Técnico
Con tan solo un primer vistazo es suficiente para darnos cuenta de que Bloody Zombies aspira a codearse con los grandes del género. Nada más empezar la partida, ya vemos que los sprites gozan de un tamaño considerable, cuyo apogeo llega con los enfrentamientos con los jefes finales, cuyas dimensiones ya vaticinan que derrotarlos no va a ser coser y cantar. Su estética cel shading aporta un plus de carisma en lo que acaba conformando un apartado artístico excelente, que destila un carisma y un sentido del humor de primera. Las animaciones no le van a la zaga y todos y cada uno de los personajes se mueve y responde de manera correcta, siendo los enemigos los que gozan de unos movimientos más toscos, algo lógico si tenemos en cuenta que son muertos vivientes.
Sobre el rendimiento no tenemos nada que objetar en el modo un jugador. Sin embargo, es en el multijugador online donde el juego renquea con un lag de respuesta de hasta algo más de un segundo entre la pulsación en el mando y la reproducción del movimiento del personaje en pantalla. Además, el modo online está bastante desierto y es difícil encontrar jugadores disponibles en determinados tramos horarios. En Estados Unidos parece que hay más seguidores del género que poseen el juego, y es a partir de las cuatro o las cinco de la tarde cuando hay más afluencia.
Mención especial para el apartado sonoro, con unas piezas musicales que parecen compuestas por el mejor de los pupilos de Yuzo Koshiro, y vienen acompañados de un abanico de efectos a la altura. Para poner la guinda, el juego llega perfectamente localizado a nuestro idioma. Todos los textos en pantalla están en español, lo que resulta de gran ayuda en el tutorial, ya que algunos de los ataques especiales son un tanto complejos de realizar y nunca está demás una buena explicación en tu idioma materno.
Jugabilidad
Es de remarcar también la gran variedad de enemigos a combatir, que van desde los típicos zombies morralla, los armados con armas blancas, arrojadizas, acorazados, paralizadores, kamikazes y muchos más. Cada uno requerirá de una estrategia concreta para derrotarlos, porque ir a partirles la cara a lo loco ya avanzamos que es la peor de las ideas y dejará el indicador de vida de tu personaje a cero en un suspiro. Lo mejor de todo es cuando se reúnen en pantalla más de dos o tres tipos de enemigos diferentes. Es en esos momentos en los que el jugador debe hacer gala de los más férreos nervios de acero, porque la acción se torna frenética y es cuando más debes esforzarte por calcular tus movimientos al milímetro.
Aprender a jugar y adaptarte a los controles es bastante sencillo, aunque, como apuntábamos más arriba, hay una gran variedad de ataques especiales y aprender a dominarlos se hace un tanto cuesta arriba. Eso sí, cuando consigues interiorizarlos, acabas convertido en un camorrista de pro. Ahora bien, no puedes tirar de ataques especiales a lo loco porque la barra de energía se agotará y tendrás que esperar a que se cargue de nuevo, así que estos ataques son recomendables racionarlos para los momentos de apuro. Y ojo, no es baladí, puesto que la dificultad es bastante exigente y se torna más escarpada a medida que pasamos de pantalla. Por este motivo es de extrema necesidad controlar decentemente a nuestro luchador si no queremos acabar mordiendo el polvo.
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Por último, hay que aplaudir al estudio desarrollador por haber diseñado unos niveles tan profundos, con montones de zonas secretas en las que poder conseguir vidas extra, dinero, items de curación, de recuperación de energía y mortíferas armas como motosierras, katanas, granadas, martillos de demolición y cuchillos que otorgan un plus de daño considerable hasta que, por desgracia, se acaban rompiendo por el desgaste. Ninguna de estas zonas estará a la vista y requerirá de un gran nivel de percepción y habilidad por parte del usuario para poder acceder a ellas.
Duración
Bloody Zombies es tan rejugable como los «yo contra el barrio» de antaño. Sobre todo en compañía, acaba acaparando un lugar privilegiado en tu biblioteca de juegos porque sabes que, aunque ya te lo has pasado varias veces, volverás a jugarlo de nuevo cuando tengas visita o cuando te apetezca desahogarte usando a zombies como sparrings, salvo que esto de meterle toñacos a muertos vivientes buscabroncas no sea lo tuyo.
La campaña consta de 11 fases, con dos tramos cada una, que puede completarse en unas cuatro horas del tirón si tienes diestros compañeros y si ya has jugado previamente durante cinco o seis horas en las que no habrás llegado al final pero habrás mejorado el nivel delas habilidades especiales de tu luchador y te habrás quedado con la ubicación de algunas zonas secretas. Una vez te hayas experimentado un poco y hayas aprendido las rutinas de los enemigos, podrás empezar desde el principio, racionando la barra de vida y acumulando las suficientes vidas extra como para encarar el nivel final, el cual ya os avisamos que intentar pasar con las 3 vidas que te dan al empezarlo, si ya lo tienes desbloqueado, es casi una misión suicida.
Conclusión
Si hay un juego que se merezca optar al titulo de mejor revival de los juegos de lucha callejeros en 2D, ese es, sin ningún género de duda, Bloody Zombies. Diversión ofrece a espuertas y sobre todo en compañía, jugando en cooperativo local (en online no está todo lo bien pulido que debiera). Llena de satisfacción emprender una partida y ver cómo consigues avanzar sin perder tantas vidas porque la dificultad es de la vieja escuela y dominarlo no es tarea fácil. Esto da pie a encarar cada enemigo con cuidado y no infravalorarlos nunca, sobre todo si hay varios tipos de ellos en pantalla.
Desde la redacción solo podemos deciros que si habéis disfrutado alguna vez con este tipo de juegos, tenéis que darle una oportunidad a Bloody Zombies sin pensarlo, más que nada porque su precio, 13,49 €, lo convierte en un caramelo irresistible. Ojalá las ventas le acompañen porque nos ha dejado con ganas de más y vamos a aplaudir hasta con las orejas si el estudio amortizase el desarrollo como para plantearse lanzar una segunda entrega.
*Nota: Agradecemos a nDreams el código del juego y material para esta review.