Acompañamos al valiente Albert y su inseparable osito Otto al rescate de la misteriosa chica con orejas de conejo. Una aventura tan sórdida cómo breve. Albert And Otto, la aventura comienza...
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Es fácil caer en la idea de que Albert and Otto, el juego que traemos para su análisis, es «cómo Limbo». Y bastaría para hacerse una idea muy aproximada tanto de su minimalista concepción artística, cómo de sus conceptos jugables. Pero los chicos de K Bros Games dan su propia visión a su juego de puzzle y plataformas, y alejan al «invertido hermano cromático» de Limbo de todo lo que pueda recordar a éste. Y aunque lo consigue por diferentes aspectos tanto narrativos cómo jugables, es inevitable la comparación durante su corta experiencia jugable.
El trasfondo es igual de «siniestro» o «inquietante», debido a como decíamos por la decisión artística, pero en el caso del juego que nos ocupa, también reforzado por un trasfondo más realista, y que lo enmarca dentro de las épocas más oscuras de la historia. Y hace que la epopeya de el pequeño y anónimo Albert y su fiel conejito Otto, tenga una rubrica propia muy diferencial.
Una extraña chica con orejas de conejo está jugando con su pequeño conejito rojo de peluche cuando, sin saber el por qué ni el cómo, desaparecen sin dejar rastro. De la misma inusual y sorprendente manera, un pequeño chaval, armado con una carabina, cae, literalmente del cielo, con la misión de ir al rescate de la enigmática chica desaparecida. Pero muy pronto dejará de estar sólo en su odisea, pues el conejito que acompañaba a la chica es encontrado por nuestro pequeño héroe, y no solo reforzará su fuerte convicción de encontrar a su propietaria, también le dotará de curiosas y soprendentes habilidades para llevar la empresa a buen puerto.
Apartado Técnico
El juego está realizado con gráficos vectoriales, pero para dotarlo de mayor suavidad de animaciones y movimiento general en pantalla, pues ni su plana y tricolor paleta de colores (blanco, negro y rojo) van a realizar grandes esfuerzos por esconder sus modelos minimalistas, básicos pero funcionales diseños. Al igual que Limbo, Albert and Otto transcurre bajo unos escenarios de scroll lateral 2D, dónde tanto el protagonista, lo enemigos, amenazas y el propio escenario dan una sensación de «figuras recortadas de papel» que, tampoco nos pongamos alarmistas, sientan bien al juego y a la ambientación austera y casi bucólica, que desea transmitirnos.
El apartado sonoro está regido por una suave y llevadera música que roza lo ambiental, y que sirve de apoyo para plasmar el oscuro y amenazante mundo por dónde discurren las aventuras del pequeño Albert, un mundo que bien podría ser el nuestro, en la época de la Alemania Nazi, en la que se mezcla todo entre la imaginería propia de aquella época, junto con la de otra realidad, más bizarra y distópica, la que deja hueco a extraños animales enjaulados y máquinas de matar colosales.
El juego llega completamente en inglés, pero al desarrollarse su trama de forma puramente visual, tampoco es un gran problema. Cierto que hay Buzones repartidos por el escenario, dentro de los cuales hay fotos en forma de postal que suelen venir acompañados de algún texto manuscrito por la pequeña desaparecida, y que aportan algo de información, interesante pero no imprescindible.
Jugabilidad
El juego está dividido a modo de capítulos, 7 en total. Pero no tenemos sensación de «fases» a lo clásico. Empezamos a recorrerlo al principio, y no hay ningún tipo de corte o «carga» que nos señale la transición de uno a otro, salvo la representación de un título numerado al principio de cada acto, y así hasta el final. Albert al comienzo se limita a saltar y disparar (con una demora considerable en su recarga) con su pequeño pero competente fusil. Pasará muy poco tiempo hasta que encontremos a nuestro rojizo compañero de aventuras, el conejo Otto.
Nuestro pequeño amigo nos brindará no sólo nuevos movimientos, cómo el doble salto, o habilidades, cómo la electrificación de circuitos o la telequinesis de objetos: pequeñas cajas de madera, piedrecitas y hasta prácticas ovejas que podremos utilizar para desde realizar saltos, a modo de plataformas, alimentar a fieros animales y ganar valiosos segundos de vida, hasta llegar a utilizarlas de punto de luz en oscuras cuevas (!?). El hecho de que podamos desprendernos de Otto y soltarlo para poder activar interruptores de presión o hasta de cebo, se convierte en parte habitual de los numerosos puzzles que copan el título. No se puede decir que sean ni especialmente difíciles o fáciles. Ni brillantes ni vulgares.
Es sólo que la dinámica pasa de llevar al jugador por una sucesión de mecánicas sencillas a estamparle en la cara con un reto de habilidad, precisión y reflejos, con una media de dificultad bastante más alta con respecto al ritmo que ha llevado hasta ese momento, lo que se traduce en una repetición de muertes del jugador bastante considerables, hasta saber qué demonios hay que hacer, obligandonos a recurrir al ensayo-error para salvar el pellejo y el relleno de nuestro singular dúo de protagonistas.
Algunos problemillas con la precisión en los saltos o las físicas afectan puntualmente a la jugabilidad. Notareis que a poco que le demos al stick un ligero empuje, cómo si quisiéramos que caminase muy despacito, el monocromático héroe se queda con el primer frame de caminar, congelado, y da la sensación de que se hubiera quedado colgado el juego. Este aspecto, sumado a que a veces parece que nos quedemos «pegados» cómo a una sustancia pegajosa en algunas paredes y plataformas, hace que su jugabilidad se resienta, pero no de forma especialmente traumática.
Duración
Es corto. Estamos hablando que lo hemos podido acabar en poco más de 3 horas. Estas pueden ser alguna más, si nos entretenemos un poquito en encontrar las 26 piezas que componen una reveladora imagen familiar, o todos los buzones con las misivas de la chica desaparecida.
Cómo en todos los juegos, especialmente en los que se precisa de la habilidad del jugador para avanzar, estas horas pueden verse alteradas, pero creednos, no mucho más. Habrá quien lo quiera volver a rejugar por pillar estos coleccionables o por sacarle todos los logros (hay algunos que su mera descripción son un desafío). Desde luego que una vez hemos atravesado sus escenarios y domado algunas mecánicas, el tiempo será aún más breve. Ideal para los amantes de los speedrunners.
Conclusión
Cierto que no estamos hablando de un producto caro, por 11.99€ lo tenéis en la Tienda, así que se convierte en un interesante aperitivo para los amantes de los juegos de plataformeo y puzzles.
Tras el sorprendente final, y ver que toda la aventura ha sido catalogada por el estudio como «Episodio Uno», hace pensar en una nueva entrega más que interesante. Desconocemos si el estudio está en desarrollo del Episodio Dos, pero me temo que si desde octubre de 2015, fecha en la que fue lanzado en compatibles, no hay noticias…igual tenemos que lamentar el no saber nunca el desenlace de este siniestro y pequeño cuento tenebroso.
*Gracias a Digerati por habernos cedido el material necesario para realizar esta review.